vitoria. Hubo un tiempo en que los humedales fueron elementos non gratos. O se rellenaban con tierra o directamente se desecaban para evitar problemas de insalubridad. Pero la ciencia avanzó y, ahora, cualquier parque de postín tiene su remanso de agua. Diez semanas es lo que tardará en florecer un gran lago dentro del jardín botánico que está tomando forma en Olarizu. Su objetivo, acoger la colección más amplia posible de hidrofitos -plantas acuáticas- para contribuir así al estudio, la conservación, la enseñanza y la divulgación de estas especies vegetales.
El Consejo del Centro de Estudios Ambientales (CEA) tiene previsto aprobar mañana el expediente de contratación para la construcción del lago, presupuestado en un total de 250.000 euros. El proyecto, promovido por el Ayuntamiento de Vitoria y la Universidad del País Vasco, engloba en su memoria inicial todo un listado de especies que podrían vivir bajo el agua y los sistemas más idóneos para implantarlos, de tal forma que quede garantizada su perfecta integración en el entorno y se le dote al área de un alto valor paisajístico, funcional y biológico que, además, marque la diferencia. No existen en Europa jardines botánicos que tengan una buena colección de vegetación helofítica.
De acuerdo con el documento de trabajo elaborado, la idea es que el lago ocupe una hectárea y acoja nada menos que 35 especies vegetales de hidrofitos. Tan verde es el proyecto que incluso se considera la posibilidad de aprovechar las energías renovables con la instalación de un molino de viento para bombear el agua de la zona y de utilizar la energía solar para llevar a cabo los trabajos mecánicos relacionados con la gestión completa del lago. Lo único que queda pendiente en este borrador, pero que se solucionará en esta nueva etapa, es la búsqueda de un acuífero que permita hacer las aportaciones necesarias para compensar las pérdidas de agua por evaporación y por evapotranspiración.
El lago sumará, en definitiva, un nuevo atractivo al que va a ser el único jardín botánico de España dedicado exclusivamente a los ecosistemas europeos. Cuando las obras hayan finalizado en su totalidad, este espacio al sur de la ciudad ofrecerá a los visitantes cinco sugerentes recorridos: bosques mediterráneos, boreales de coníferas, frondosos caducifolios, frondosos mascecentes, y de plantas medicinales y de interés etnobotánico. Además, el parque contará con un banco de germoplasma para almacenar semillas de plantas en peligro de extinción y germinarlas, un invernadero de cristal, instalaciones para acoger exposiciones, proyecciones audiovisuales y una biblioteca especializada en temas botánicos.