vitoria. Seguramente no ha habido semana más verde en Vitoria que ésta, a cuenta del examen en Bruselas por el título European Green Capital. Ahora que ya ha pasado la resaca, ¿qué sensaciones le acompañan?

Muy buenas. Ha sido inigualable la experiencia de poner en valor Vitoria y de hacerlo con unanimidad, porque hemos ido todos los grupos políticos y el Consejo Territorial de Medio Ambiente. Hay muchísimo nivel y uno de los expertos nos advirtió de que éste es el top ten de las ciudades europeas verdes. Así que cualquier pequeña diferencia puede dar la victoria a uno u otro.

Si perdemos, la sensación de fracaso será inevitable...

Para nada. El recorrido que hemos vivido ha servido para darnos cuenta de lo que tenemos, y para coordinarnos. Todas las áreas y servicios hemos trabajado en la misma clave.

Las quinielas apuntan a que ganarán los títulos de 2012 y 2013 dos de las tres ciudades del eje mediterráneo finalistas: Nantes, Barcelona y Vitoria. ¿Nuestra enemiga...?

Barcelona, sin duda.

Y si gana Barcelona, ¿el jurado habrá antepuesto el renombre internacional a los méritos técnicos?

No sé si decir eso... Nosotros dejamos caer un montón de veces que Vitoria se parece muchísimo a la mayoría de ciudades europeas, porque el 84% tiene entre 200.000 y 500.000 habitantes, así que nuestro modelo sería perfectamente exportable a todas ellas. Cosa que no pasa con Barcelona.

Mójese. ¿Vitoria se lo merece más?

Pues sí, si que se lo merece, porque además Barcelona no tiene nuestra trayectoria. Pero Barcelona puede hacer que el nombre de este título llegue más lejos... Eso sí, nosotros haríamos todo lo posible para que Vitoria lograra el mismo objetivo.

El jurado criticó a Vitoria por el excesivo suelo consumido en los últimos años para construir viviendas. ¿Usará el gobierno este toque de atención para convencer a los vecinos de Salburua y Zabalgana de que el proyecto de redensificación es bueno?

Creo que el toque de atención va a servir para que la ciudadanía se dé cuenta de que la redensificación no es un capricho municipal. Nosotros ya éramos conscientes de que se había consumido demasiado suelo, y por eso nos hicimos la crítica interna y decidimos modificar la forma de trabajar. El suelo natural es un recurso finito y hay que protegerlo, porque además es lo que le da esa calidad de vida especial a nuestro municipio. Tenemos que construir una ciudad compacta. Y, por suerte, tenemos una limitación espectacular, el Anillo Verde, que nos protege de ese crecimiento hacia fuera. Ahora, y con más fuerza, seguiremos defendiendo la redensificación.

Hubo muchos ciudadanos que compraron sus viviendas en los nuevos barrios por los grandes espacios abiertos. Así que, aunque comprendan la redensificación, seguirán en pie de guerra por tener que pagar por un fallo que ellos no cometieron.

Las decisiones que se toman en cada momento son fruto de la circunstancia y la necesidad. Entonces, se dejaron a un lado criterios sostenibles a los que ahora damos un gran valor. No sé si se puede hablar de fallo, porque se ha dado solución a la vivienda de muchísimos jóvenes vitorianos. Pero lo importante es haber aprendido del error y haber puesto una solución.

Hablemos de las alabanzas del jurado. La principal, el Plan de Movilidad Sostenible. Y eso que Vitoria no ha hecho más que empezar.

Pero hemos empezado muy fuerte, gracias sobre todo a las ayudas estatales. Es un éxito de la Corporación, que se ha unido para sacar adelante el Plan, y de la ciudadanía porque siempre hace suya estas decisiones políticas y las pone en práctica.

Un lema vale más que mil discursos, y el de Vitoria, "green inside, green outside", ha triunfado.

Sí, el jurado nos confesó que era perfecto. Y nos define muy bien.

El "inside" ensalza la implicación de los ciudadanos. ¿Pero por qué cree que el vitoriano es así?

La trayectoria de Vitoria ha hecho que nos demos cuenta de que vivimos en una gran ciudad, con unos muy buenos servicios accesibles a la mayor parte de la población, con un entorno óptimo para el paseo, el relax y el deporte... Y cuando uno conoce lo bueno, es muy raro que le pueda gustar algo peor. Por eso, esta es una ciudad muy crítica y muy exigente, lo que hace que nunca nos quedemos atrás y tratemos de mejorar.

Hay actidudes que afean, sin embargo, ese planteamiento de color de rosa. Por ejemplo, los vertederos ilegales. DNA contó media docena en una excursión de una mañana. No parece que el protocolo que creó para agilizar la detección funcione.

Media docena de vertidos ilegales en un municipio con la extensión del nuestro afea muchísimo el paisaje pero es una cifra pequeña en comparación con otros. El problema está en que hay gente muy egoísta que prefiere que los demás paguen la retirada de sus residuos con los impuestos que ir a Gardelegi y abonar la tarifa correspondiente. Por eso, me gustaría que cuando la ciudadanía vea una práctica de este tipo, denuncie, para poder pillar al infractor y sancionarle. El protocolo funciona, pero es difícil luchar contra la alevosía, la nocturnidad y la picaresca.

¿Y qué me dice de las montañas de basura que se siguen acumulando a los pies de los buzones del Casco?

Están ahí, pero no es la práctica habitual. Por eso, cuando sucede, la mayoría de ciudadanos, que recicla y baja la basura a la hora, se indigna. No obstante, no le quito importancia. Es como cuando tienes un puzzle de 5.000 piezas y te falta una. Ves que falta y te molesta. Esto es lo mismo. Por eso, dentro de la campaña global verde por dentro, verde por fuera, va a haber subcampañas que incidan en aspectos más concretos, como el buen uso de la recogida neumática.

El jurado preguntó también por las huertas ecológicas. Y sus usuarios se preguntan si usted ya ha decidido si tendrán que dejar de cultivar las parcelas a los cinco años o no.

Éste es un servicio público, como cuando te toca el curso de natación. La calle de la piscina no va a ser para ti para siempre ni vamos a construir piscinas indefinidamente. Hemos ampliado las huertas y tratamos de llegar a toda la demanda posible, pero ahora es mucha.Tenemos un listado de espera de 400 personas, y para que todas tengan la oportunidad de participar hay que poner un límite de tiempo. Cinco años son suficientes para disfrutar de la tierra y de adquirir conocimientos.

Así que cinco años y punto.

Sí. No vamos a consumir todo el suelo del Anillo Verde en huertas.

Agua: otra asignatura de la Green Capital. La ciudadanía cada vez gasta menos, y el Ayuntamiento más.

Hay que tener en cuenta que se han abierto muchos servicios municipales en los últimos meses, y eso inevitablemente sube el consumo.

Los ecologistas lo achacan al "despilfarro" en el riego de jardines. Y, de hecho, el Plan de Reutilización de Agua sostiene que Vitoria podría gastar 350 millones de litros menos al año con más medidas de control.

Tenemos claro que hay que extender el riego automático para un mayor control. Pero lo que hay que conseguir es que la gente comprenda que el campo en verano es amarillo. Espero que llegue un día en el que haya que regar como en el Anillo Verde, los ejemplares recién plantados para que soporten los primeros años, y luego que la naturaleza siga su curso. Un núcleo urbano no deja de ser parte de un ecosistema.

No me negará que ahora hay días lluviosos en los que el riego está en marcha, y ningún ciudadano se lo ha pedido al Ayuntamiento.

No lo niego. Y son cosas que al ciudadano le da mucha rabia.

Se ha decidido aplazar la idea de regar los jardines con agua no potable porque obligaría a subir las facturas de Amvisa. ¿Pero hasta cuándo?

En la última Agenda 21 hemos introducido las tres patas de la sostenibilidad: económica, social y medioambiental. Regar con agua reutilizada supone un enorme gasto porque hay que levantar la ciudad entera para meter una nueva red de conducción. Y creo que ahora la ciudad tiene unas necesidades mucho más imperiosas.