EL Casco Antiguo ya puede presumir de sus dos nuevos murales. Las obras artísticas del Cantón de las Carnicerías y el jardín de la muralla medieval provocan un alto en los numerosos viandantes de la almendra gasteiztarra. "¡Anda! ¿Y esto?", es el comentario más repetido entre quienes no conocen la historia de estas dos nuevas muestras de trabajo comunitario. Quienes además conocen el proceso, arrancado en junio y terminado en julio, en el que han participado los jóvenes de las Brigadas de la Brotxa, cerca de 60 voluntarios y diversos artistas otorgan aún más valor a esta nueva parada del Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz La Ciudad Pintada.

Este rotativo reúne a cinco de los profesionales que han guiado este totum revolutum de pintura, mosaico y vídeo, de afán artístico, recuperación de un barrio y colaboración ciudadana. Con el trabajo ya terminado, Gorka Otsoa de Alda, Estíbaliz Vera, Jaime Yakaman, Zuriñe López de Sabando y Raúl López echan la vista hacia atrás y recuerdan las bondades y dificultades de este proceso. Los cinco coinciden en que lo mejor ha sido el trato con el resto de los participantes, esos que sienten que el resultado es tan suyo como los artistas que han comandado el barco. Y los profesionales, mientras, ceden el protagonismo a esos ayudantes de diversas edades, orígenes y condiciones: "Las obras son más suyas que nuestras". Y la exposición ya está abierta al público.