vitoria. El Jardín de Falerina y la cafetería de La Florida ya tienen nuevos responsables. Hermanos Rubio García se situarán al frente del bar del centro cultural Montehermoso, mientras que Zabaltegi Judizmendi, la misma empresa de inserción que ya gestiona el local hostelero del parque de Judimendi, tomará las riendas del espacio antaño conocido como Longo.
La Mesa de Contratación adjudicó ayer los nuevos contratos de estos locales municipales, cuyos diversos cierres y reaperturas -problemas que, por ejemplo, también se han sufrido en El Mineral- han generado más de una polémica en la Casa Consistorial. La última tuvo lugar a finales del pasado mes de febrero, cuando el entonces responsable de la cafetería del Jardín de Falerina anunció que abandonaba antes de tiempo el local por el azote de la crisis y sus diferencias con los responsables de Montehermoso. Esta decisión obligó al Ayuntamiento a buscar un gestor puente hasta que, en julio, se solventara el nuevo concurso. El elegido fue Unai Usín, que ha mantenido la cafetería durante cuatro meses.
Ayer, finalmente, en la Casa Consistorial se adjudicó el Jardín de Falerina a Hermanos Rubio García, que abonarán un canon al Ayuntamiento de 3.510 euros al año. El contrato será de un ejercicio, prorrogable a otros tres más.
En la misma reunión, el Ayuntamiento también solventó otro de los puntos pendientes en materia de concesiones de establecimientos hosteleros, al situar a Zabaltegi Judizmendi en el nuevo establecimiento de La Florida. En este caso, el canon rondaría los 20.000 euros anuales, pero el contrato se extendería durante diez años, sin opción a prórroga alguna.
Los responsables de Zabaltegi Judizmendi, conocidos como empresa de inserción por su labor en el parque de Judimendi, se han comprometido a realizar reformas en el local, según ha podido saber este rotativo, por más de 140.000 euros. De esta forma, la nueva gerencia realizaría obras en madera, mamparas, adecuación de la cocina, renovaría la vajilla y el mobiliario. Este local, antaño ocupado por el restaurante Longo, bajó la persiana en abril de 2008 cuando todavía debía al Ayuntamiento 60.000 euros del canon de uso.