vitoria. Hablemos de otros proyectos de ciudad más avanzados que Kronos: palacio de la música, congresos y exposiciones. ¿Ha visitado la maqueta en el Europa?
Sí. Es otro proyecto del que se ha hablado mucho tiempo. Y, por fin, parece que se va a poner marcha. Yo soy de los que piensan que una ciudad necesita impulsar proyectos así para salir más reforzada de esta época de crisis económica.
¿Pero le gusta? ¿Y le convence que se haya contratado a un experto japonés para lograr la excelencia acústica en el auditorio?
Digo yo que un auditorio debe tener excelencia acústica... En principio, me gusta. Pero me daría pena que pasara lo mismo que con la plaza de toros, que se haga un obrón y que luego no se utilice. Hombre, supongo que si lo hacen es porque dan por hecho que Vitoria lo necesita. Y lo que está claro es que la gestión debe ser excelente para que funcione.
¿El hecho de que se ubique en Lakua -según el alcalde para crear un segundo centro- le parece bien?
Creo que en Lakua está bien. Le va a dar mucha vida al barrio. Evidentemente, el centro se habría reforzado mucho si se hubiera ubicado allí. Y de cara a la gente que se desplazará por la noche en coche para disfrutar de los espectáculos, Lakua ofrece menos problemas de aparcamiento.
Otro proyecto en marcha: la estación de autobuses o primera fase de la intermodal. Finalmente estará en el parque de Arriaga, será en superficie y, lo que ya no está tan claro, provisional o definitiva.
Lo que está claro es que hace falta una estación de autobuses urgentemente. La de Los Herrán, para ser Vitoria la capital de Euskadi, es horrible, casi tercermundista. Es el reflejo de que Vitoria está muy retrasada en infraestructuras y que necesita una remodelación urgente. Y no remodelar por remodelar, sino una remodelación bien gestionada. En el caso de la estación, ha habido críticas por la ubicación, que si se va a comer un 3% de parque, que si es un 9%... Yo creo que, se pusiera donde se pusiera, habría críticas. Quizá va a estar un poco fuera de la ciudad, demasiado hacia el norte. Va a pillar lejos de Zabalgana y del centro... Creo que tendría que haberse buscado un punto más centrado. Cuál, no sé.
Pasemos al Casco Viejo, inmerso en un proyecto de revitalización. ¿Usted es de los que lo visita para potear y poco más?
Para potear poco. Yo suelo andar en bici por ahí, para cruzar la ciudad. Pese a las cuestas.
¿No hará trampa y usará las rampas mecánicas?
Alguna vez las he usado, sí, pero no con la bici montado, claro. Normalmentente me meto desde Reyes Católicos por la calle Correría hacia la plaza de la Virgen Blanca.
Pues habrá sufrido las obras de los últimos años.
Todas las ciudades están llenas de obras, no sé cuándo terminarán. Yo antes decía que Vitoria era la ciudad de las rotondas. Un año ponían una rotonda, al siguiente un semáforo, al siguiente una rotonda... No sé si para mantener puestos de trabajo (risas). Respecto al Casco, me parece muy bien que se esté potenciando. Y también es de agradecer la labor de los comerciantes, que están haciendo un esfuerzo para que se vea que en el Casco hay vida. No obstante, la actitud de las instituciones me parece contradictoria: por un lado quieren potenciar el comercio urbano y por otro permiten que se monten tres centros comerciales alrededor de Vitoria. Y está claro que El Boulevard, en invierno, siempre le va a ganar la partida al centro y el Casco.
¿O sea, que usted se conoce bien El Boulevard?
En invierno, con el frío, sí que voy con las niñas. Y muchas veces no es por comprar, sino por estar resguardado. Claro que al final algo acaba cayendo.
¿Qué le parece el proyecto Alhóndiga, eso de convertir calles en corredores comerciales al aire libre? ¿Cree que la idea puede funcionar?
Me parece bien la peatonalización de las calles. Creo que puede ayudar mucho a los comercios, aunque durante las obras lo hayan sufrido.
Le gusta lo de peatonalizar. ¿Y bien de OTA ya de paso?
Bien de OTA. Andar 20 minutos en Vitoria al ciudadano de aquí le parece una barbaridad, cuando es lo normal. La gente se tiene que dar cuenta de que para comprar el pan no hace falta coger el coche. Y si no lo quiere aprender, hay que adoptar medidas como la OTA para que el vitoriano se piense dos veces coger el coche. Yo vivo alejado del centro, al final de Portal de Castilla, y voy andando o en bici. No cojo el coche nunca. La pena es que no llegue el tranvía hasta aquí. Es el medio que más se criticó y, desde mi punto de vista, el que más se usa ahora. Tengo un amigo que vive en Lakua, con el bus tardaba 50 minutos en llegar al centro y ahora 15 minutos.
¿Y a usted qué tal le va con las nuevas líneas de autobús?
Fatal. Aún no me he enterado. Un día me monté en un autobús sin preguntar y estuve 50 minutos dando vueltas. El problema es que, con esto del Plan de Movilidad, el Ayuntamiento ha intentado hacer cosas muy rápidas, medidas radicales, y no ha habido tiempo para que la ciudadanía se acostumbre.