LA caja tonta tiene atrapados a los vitorianos. Ver la tele es la actividad de ocio más habitual entre los ciudadanos de la capital alavesa, muy por encima de otras actividades también mayoritarias como leer y escuchar música, hacer ejercicio, salir a cenar o, ya en menor medida, acudir al cine. Entre las aficiones menos habituales están asistir a conferencias, a espectáculos musicales y al teatro. Una tendencia que supone todo un reto para el futuro auditorio.

El Ayuntamiento de Vitoria recoge estos datos en su último anuario estadístico de 2009, según un estudio de modos de vida realizado en 2006. Llama la atención que, a pesar entonces de la lejanía de la crisis, los gasteiztarras prefirieran sobre todo dedicar su tiempo a las actividades menos costosas económicamente; sólo salir a cenar o a tomar algo, una cita ineludible para el 68,5% de los habitantes de Vitoria, es la excepción en esta tendencia. Las aficiones menos habituales son asistir al teatro -apenas un 8,9% lo hace-, a espectáculos musicales -14,2%-, a charlas -14,7-, espectáculos deportivos -19,5%- y museos o exposiciones -21,7%-. Lo evidente es que la cultura, y más si es previo pago, moviliza a una minoría.

Así, datos como estos parecen poner las cosas algo más difíciles para un proyecto tan trascendental para la ciudad como es el auditorio, cuyo objetivo es movilizar no sólo a los vitorianos, sino también captar a público del entorno. Los Presupuestos municipales de este año, gracias al acuerdo entre PSE y PNV, destinarán 900.000 euros para impartir cursos vinculados a sectores de empleo emergentes -el grupo jeltzale, que esta semana anunció el acuerdo, mencionó en este sentido el palacio de congresos o el de los deportes (el proyecto Kronos)- como el turismo, las nuevas tecnologías, las industrias culturales y deportivas. Pero las dudas no parecen estar tanto en el mercado que abrirá esta infraestructura como en su uso, dos cuestiones por otro lado íntimamente ligadas. Cada vez se escuchan más voces que piden que se prepare el terreno para esta programación musical de primer nivel aprovechando las instalaciones ya existentes en la ciudad.

El gerente del futuro centro internacional de congresos, exposiciones y de las artes escénicas, José Ramón Villar, insistió en su presentación, a comienzos de noviembre de 2009, que el futuro auditorio será un proyecto "del que Vitoria se sentirá orgullosa", que se convertirá en un motor de empleo, y que ya se trabajaba en la preparación de su programación de primer nivel -puso como ejemplo la Sinfónica de Viena-.

Esas novedades se esperan como agua de mayo, puesto que la atracción que generen estos eventos pondrán a prueba los hábitos de los gasteiztarras. Por el momento, las estadísticas que maneja el Consistorio certifica que los ciudadanos, prefieren, sobre todo, dedicar su tiempo libre a leer y escuchar música -79,1%-, caminar o hacer ejercicio -79,2%- y ver la tele o un DVD -93,2%-. El Ayuntamiento tendrá que pelear para que los vitorianos cambien de canal.