vitoria. Los partidos no están dispuestos a que las futuras líneas del tranvía se convierten en un arma arrojadiza y, por ello, ayer, gobierno y oposición, decidieron plasmar en papel el acuerdo alcanzado el jueves para que la ampliación del metro ligero se realice de forma consensuada.

Para evitar condicionar el debate, grupos como el PSE, PP y PNV, que previamente habían presentado sus propias propuestas, decidieron retirarlas de la mesa e iniciar las conversaciones desde cero.

A partir de ahora, el trabajo para decidir las nuevas líneas se realizará en el marco del Plan de Movilidad, codo con codo con los técnicos de Euskal Trenbide Sarea (ETT), encargados de plantear las alternativas más convenientes para Vitoria, como ya hicieron con los trazados de Lakua y Abetxuko. Una vez acordadas las bases, se trasladarán al Gobierno Vasco, encargado de financiar la mayor parte de la infraestructura.

Con esta decisión acordada de forma unánime, los partidos quieren borrar las sombras que en las últimas semanas han empañado los debates sobre la futura ampliación del tranvía: con el alcalde empeñado en que las vías lleguen al campus por Mendizorroza; el PNV apostando por que el trazado cruce el puente de Las Trianas hasta Adurza y la universidad. Y un PP que sorprendió el miércoles con un recorrido completamente distinto, con servicio para Judimendi, Aranbizkarra y Zaramaga. Una vez recuperado el consenso, el siguiente paso será escuchar las propuestas de los técnicos, aunque finalmente sean los políticos quienes decidan el trazado definitivo del tranvía por Vitoria.

Antes de que esto ocurra, las máquinas entrarán en Abetxuko el próximo año para prolongar la actual línea que desemboca en el barrio; una obra que se ha vuelto a retomar después de que los vecinos desecharan la posibilidad de que el metro ligero se adentrara en el corazón del barrio.