- Con un reñido empate en las encuestas entre los conservadores en el Gobierno y la oposición progresista, el repunte de la pandemia de la covid-19 en Croacia puede ser un factor que incline la victoria a derecha o izquierda en las elecciones que se celebran este domingo.

Unos 3,85 millones de croatas eligen 151 diputados del Parlamento y decidirán la victoria entre la conservadora Unión Democrática Croata (HDZ) del primer ministro Andrej Plenkovic, y la plataforma de centroizquierda Restart, encabezada por el líder socialdemócrata Davor Bernardic.

El viernes, antes de que a medianoche entrara en vigor la jornada de reflexión, hubo 96 nuevos contagiados y dos fallecidos en 24 horas, los peores datos hasta ahora en el país.

A pesar de ello, en comparación con otros países, Croacia no ha resultado tan afectada por la epidemia, ya que hasta ahora hubo 3.008 contagiados y 112 fallecidos.

La Comisión electoral estatal (DIP) se vio obligada a cambiar el viernes las reglas después de que el Tribunal Constitucional considerará ilegal su decisión de no permitir la participación de los enfermos del covid-19 en los comicios. Ahora, los contagiados podrán ejercer su derecho en las elecciones a través de una “persona de confianza” a la que autorice para votar en su nombre. Los analistas coinciden en que los resultados de las elecciones serán muy ajustados y las negociaciones postelectorales sobre la formación del gobierno van a ser muy difíciles.

Según las últimas encuesta de la televisión Nova, HDZ ganaría con 52 escaños y Restart sumaría 51, mientras que en sondeos anteriores se daba una ventaja a la plataforma progresista. La HDZ tiene de todas formas más potencial para formar una coalición con el bloque ultranacionalista Movimiento Patriótico (DP) y posiblemente con el derechista Most (Puente).

Los conservadores en el poder decidieron en mayo convocar las elecciones para hoy tras anunciar que se había controlado la pandemia “gracias a su buena gestión”, y su lema de campaña es Una Croacia segura. “Hemos mostrado que sabemos dirigir Croacia incluso en los tiempos más difíciles. Solo tal liderazgo puede garantizar una rápida recuperación económica”, asegura Plenkovic en un mensaje electoral.

Sin embargo, varios escándalos de corrupción han salpicado la imagen del Gobierno. Plenkovic tuvo que destituir a una decena de sus ministros en los últimos cuatro años debido a sospechas de corrupción. “La elección es sencilla: o la corrupción, el pillaje y el fascismo (...) o la coalición Restart para un nuevo comienzo sin corrupción, injusticias y discriminación”, resume su posición en un mensaje electoral la plataforma de centroizquierda. A su líder Davor Bernardic se le achaca falta de experiencia y carisma, y no ha logrado movilizar en su favor a un electorado descontento con el Gobierno actual.

La mención al fascismo en el mensaje electoral se refiere en especial a las simpatías del ultra DP -probable socio de los conservadores si quieren seguir gobernando- con los ustasha, el movimiento croata filonazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El lema del DP, que reúne a una decena de partidos de ultraderecha, es Quiero lo mío. Su condición número uno para pactar un gobierno con la HDZ es que en la coalición no entre el partido de la minoría serbia de Croacia, el SDSS de Milorad Pupovac.