- La tensión en la frontera greco-turca ha amainado en los últimos días. Pero la situación para las miles de personas que aguardan a las puertas de la UE y las otras muchas que llevan años atrapadas en las islas griegas continúa siendo muy volátil. Ylva Johansson, comisaria de Interior, anunciaba ayer desde Atenas la primera medida de la Comisión para aliviar la presión: un cheque de 2.000 euros para que los refugiados regresen de forma voluntaria. Solo estará disponible durante un mes.

En apenas una semana, Grecia ha recibido la visita de los tres presidentes de las instituciones europeas y un trasiego de enviados desde Bruselas para abordar la volátil situación que las islas helenas viven tras la apertura de puertas del Gobierno turco. El tiempo ha transcurrido entre críticas a las fuerzas de seguridad helenas por el uso de violencia contra migrantes y solicitantes de asilo, la cancelación de las peticiones de asilo y la creación de centros secretos y extrajudiciales documentada por el diario The New York Times.

La Comisión Europea, que ha cerrado filas con su Estado miembro frente a las provocaciones turcas, ha endurecido el mensaje en los últimos días respaldando el respeto el derecho de todas las personas a pedir protección internacional y subrayando que el "uso desproporcionado de la fuerza es inaceptable".

Ayer, Johansoon fue un paso más allá y anunció las primeras medidas concretas de Bruselas ante este drama migratorio. Los refugiados que hayan llegado a las islas griegas antes del 1 de enero podrán beneficiarse de un "nuevo mecanismo de retornos voluntarios" por el que recibirán un cheque de 2.000 euros si regresan a su país. La propuesta estará activa durante un mes.

Así lo anunciaba la comisaria sueca en una visita oficial a la capital helena, a la que también iba a asistir Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario. Sin embargio, la alemana canceló su viaje en el último minuto para centrar todos sus esfuerzos en la crisis del coronavirus. Según informó el Gobierno heleno, Von der Leyen comunicó al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, su decisión.

Ambos tenían previsto visitar ayer conjuntamente el campo de refugiados de Eleonas, en Atenas, y reunirse con representantes de organizaciones humanitarias.

"Continuaremos con la solidaridad mostrada por la Comisión y los Estados miembros a Grecia y a los valores europeos", apuntó la comisaria de Interior en una breve comparecencia, en la que apeló en varias ocasiones a la necesidad de respetar las convenciones internacionales y la legislación europea en materia de asilo. "El derecho a las decisiones de las personas de pedir asilo antes de ser devueltas debe garantizarse", apuntó. La investigación del rotativo estadounidense apuntaba a la devolución en caliente de refugiados por parte de las autoridades griegas tras concentrarlos en centros secretos sin asistencia legal. Panagiotis Mitarachis, ministro griego para Inmigración y Asilo, negó la existencia de estos campos y señaló que su país está actuando con respeto al Derecho Internacional ante una "emergencia nacional".

Otra de las cuestiones claves que preocupa a la Unión Europea es la situación de desamparo que enfrentan los más de 5.000 menores no acompañados que viven en las islas. Grecia organizará una conferencia en mayo junto a Unicef y la Comisión Europea para dar una respuesta. Este será uno de los temas centrales que tratarán los ministros de Interior en el Consejo de la Unión Europea que se celebrará hoy en Bruselas.