- La lava entró ayer al mediodía en el pueblo de Todoque, una localidad ya desalojada de unos 1.200 habitantes, en el municipio palmero de Los Llanos de Aridane, a una velocidad de unos 120 metros por hora, por lo que la llegada del magma hasta el mar podría tardar mucho más de lo previsto. El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, explicaba ayer que la estimación del comité científico es que la lava avanza a unos 120 metros por hora, y no a los 700 que calcularon los técnicos de Involcan. Morcuende detalló que la lava que mana del volcán discurre por dos lenguas, una de las cuales, la situada al suroeste, en Las Manchas, tiene “un movimiento mínimo”, apenas unos 2 metros por hora, y el comité científico del Pevolca “duda” de que se vaya a reactivar.

La otra es la que avanza inexorablemente ladera abajo, y que ya ha entrado en Todoque, alimentada, además, por la nueva boca que se abrió en la noche de este pasado lunes y que obligó al desalojo de los vecinos de Tacande, en El Paso. Morcuende indicó que el magma que sale de esta nueva boca es más fluido y se está encontrando “menos dificultades para moverse”, porque lo hace sobre la colada proveniente del cono principal. El director técnico del Pevolca concretó que la deformación acumulada de la superficie próxima a la zona de la erupción asciende a los 25 centímetros, un “dato muy importante para demostrar la tensión” en la cámara interior del volcán y que “nos dice que va a seguir habiendo erupción”, subrayó. “Mientras haya deformación, estamos con un problema claro. Este es el dato fundamental”, zanjó.

Morcuende evitó hacer cálculos de cuándo podría alcanzar el mar el magma. “Habrá tiempo” para, en la próxima reunión, anunciar que “está a punto de llegar” al mar, entre otros factores, porque a su paso por el núcleo habitado de Todoque “encontrará obstáculos” y esto reducirá su velocidad. “No vamos a dar ninguna cifra, sino a esperar acontecimientos”, remató. Recordó también que con luna llena se producen las mareas vivas, que pueden tener influencia en el afloramiento de gases.

Tampoco hizo una estimación de las viviendas afectadas por la erupción porque “hablamos de un proceso dinámico”, se excusó, y prefirió esperar a que la lava atraviese Todoque porque luego hay una zona de plataneras y entonces se podrán dar “cifras veraces”. En cuanto a los desalojos, valoró que se hayan producido sin incidentes y garantizó que las personas alojadas en los centros de emergencia “están abastecidas, atendidas y absolutamente seguras”. Eso sí, reconoció que están expuestas a “un choque psicológico que nosotros difícilmente podemos curar”.

Por lo demás, manifestó que se estudiará la posibilidad de que personas de los núcleos evacuados y a los que la lava no llegó regresen a sus viviendas, siempre y cuando haya garantías de que exista seguridad para las personas. En este sentido, el Gobierno español ha pedido a las entidades bancarias que pongan los pisos que tienen vacíos a disposición de las personas evacuadas en La Palma. La erupción volcánica ha ocasionado ya el desalojo de casi 6.000 personas. La lava, en su camino hacia la costa, ya ha arrasado 165 edificaciones -según el satélite Copernicus- y según los últimos cálculos del Cabildo, no se descarta que la afección supere el millar de inmuebles, sin contar los daños en carreteras, infraestructuras o plantaciones agrícolas. “Hay muchos agricultores que han perdido sus casas y sus fincas, su medio de vida, lo han perdido todo”, reconocía el presidente de Aspa, Miguel Martín, que incluso mira al futuro con preocupación si se daña la red de riego.

26.000

El ‘enjambre sísmico’ que se inició en La Palma hace casi dos semanas acumula ya más de 26.000 terremotos, casi 1.600 de ellos localizados. La magnitud máxima ha sido de 4,2 en la Escala de Richter en un terremoto del pasado domingo. En los últimos años, el volcán de Cumbre Vieja ha experimentado 10 enjambres sísmicos incluyendo este último: uno en 2017, otro en 2018, 5 en 2020 y 3 en 2021.