- El buque humanitario español Open Arms pudo ayer por fin fondear en el puerto siciliano de Porto Empedocle para desembarcar a los 265 migrantes subsaharianos que rescató hace unos días en dos operaciones en el Mediterráneo Central, después de recibir la autorización de Italia.

Atrás quedan varias jornadas en difíciles condiciones en la cubierta del buque, en medio del frío y la mala meteorología, y también las dramáticas travesías en precarias embarcaciones desde la costa libia, en pleno invierno, para tratar de alcanzar Europa. Entre las personas salvadas hay 63 menores, de ellos 40 no acompañados, y seis bebés menores de tres años, además de catorce mujeres, de las cuales una está en el noveno mes de embarazo.

“En estos momentos están haciendo test de covid a los menores y a la mujer embarazada”, dijo una portavoz de la ONG española propietaria del barco. El Open Arms, tras navegar toda la noche desde las costas de Lampedusa (la isla italiana más cercana a la costa africana), llegó ayer a Porto Empedocle, pero no fue autorizado a atracar en el muelle, en cumplimiento de las normas establecidas en Italia desde que estalló la epidemia de coronavirus en febrero.

Médicos de la unidad de sanidad marítima (USMAF) se trasladaron al barco humanitario para someter a todos los migrantes a pruebas rápidas de detección de covid.

Después, los menores a bordo serán llevados al puerto en las patrulleras y los que hayan dado negativo serán trasladados a un centro de recepción en esta provincia de Agrigento para pasar el periodo de cuarentena preceptivo, según confirmó la portavoz.

Se espera que los más de 200 adultos sean transbordados al barco Rhapsody, uno de los que emplean las autoridades italianas para la cuarentena de migrantes, que está anclado en Porto Empedocle.

Italia autorizó ayer al Open Arms a dirigirse a Porto Empedocle para desembarcar a estos migrantes, rescatados el 31 de diciembre y el 2 de enero en sendas operaciones.

“Diluvia y las condiciones en cubierta se deterioran rápidamente por el mal tiempo. Esta misma situación en una patera sería una muerte segura. Después de las negativas de Malta para permitirnos desembarcar, Italia nos acaba de confirmar un puerto seguro: Porto Empedocle, Sicilia”, escribió el fundador de Open Arms, Oscar Camps, en sus redes sociales.

En el primer rescate fueron recogidas 169 personas y en el segundo 96, la mayoría eritreos y muchos con hipotermia. Todos habían zarpado de Libia desafiando el frío y el mal tiempo, en una muestra de que el nuevo año, incluso en plena epidemia de covid en Europa, no traerá un respiro a la crisis migratoria ante la desesperación de miles de personas por cambiar sus vidas. Según Safa Msehli, portavoz de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), los 265 migrantes salvados por el Open Arms son solo una parte de unos 420 que trataron de huir de Libia los últimos días. Unos 160 fueron interceptados y devueltos a Libia este domingo, según escribió esta portavoz en Twitter.

Un total de 34.134 migrantes llegaron en Italia en 2020, casi el triple que en el 2019, según las cifras publicadas por el Ministerio del Interior. El Gobierno italiano ha pedido a la UE constantemente durante todo 2020, y lo hace desde hace años, que diseñe un plan de gestión conjunto de las aguas del Mediterráneo Central.