La sociedad vasca se ha mostrado este año de crisis sanitaria y económica más solidaria y más comprensiva que nunca con la situación de las personas de origen extranjero y ha reflejado un Índice de Tolerancia de 65 puntos, el más alto desde que lo empezó a medir el Observatorio Vasco de Inmigración-Ikuspegi.

En la presentación del Barómetro 2020 que elabora anualmente Ikuspegi, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, ha destacado que, según ese estudio, solo un 10,2 % de la población vasca considera que la inmigración es un problema, frente a la mayoría que "es consciente de la gravedad de la situación generada por la pandemia" y de que "hay muchas personas y familias en situación crítica y que es el momento de ejercer la solidaridad".

En concreto, el 91 % de los encuestados ha considerado que en esta crisis sanitaria deberá tener acceso a los recursos sanitarios la persona de mayor gravedad según criterios médicos, "dando igual el origen de la persona".

Sin embargo, lo peor de la crisis económica derivada de la pandemia está por llegar y habrá que esperar a los resultados de la encuesta del año que viene para ver si se consolida el aumento de cinco puntos en el índice de tolerancia reflejado en 2020 hacia la inmigración, ha advertido la directora de Ikuspegi, Julia Shershneva.