- Las más de 12.000 personas que habitaban el devastado campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, han pasado su tercera noche a la intemperie, sin esperanzas de obtener en breve un alojamiento ni mucho menos de poder abandonarla. Ayer mismo por la mañana, el Gobierno griego prometió que el alojamiento llegaría en el mismo día para todos los refugiados, aunque al cierre de esta edición esta noticia no se confirmó. En total, han sido tres los incendios que han reducido a cenizas el mayor campo de refugiados de Europa -el primero el martes por la noche, el segundo sucedió el miércoles por la tarde y el último, ayer al mediodía-, en el que han malvivido hacinadas y en condiciones de higiene deplorables casi 13.000 personas.