El diálogo toma velocidad y la botella comienza a estar claramente medio llena. La negociación de los Presupuestos entre el PNV y el Gobierno de Sánchez avanza hacia un acuerdo global y definitivo. Los jeltzales han encauzado este martes con el Ejecutivo español más enmiendas parciales en materia de infraestructuras, pero también afectan a cuestiones de simbolismo político. En concreto, han pactado incrementar las frecuencias de la línea de tren entre Bilbao y Karrantza, y licitar dos obras hidráulicas relevantes: el canal de Añarbe, en Gipuzkoa, y la depuradora de EDAR Galindo, en Sestao.

Además, han incorporado una salvaguarda foral para garantizar que la capacidad de endeudamiento de las instituciones vascas se guíe por "la Ley del Concierto Económico y de conformidad con los acuerdos adoptados al respecto en la Comisión Mixta del Concierto Económico". Es decir, que se fije el límite de deuda de la comunidad autónoma vasca en ese foro bilateral con el Estado y no en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que reúne a las comunidades autónomas que no tienen régimen foral.

EL TAV, EL ESCOLLO PENDIENTE

El pacto sobre el límite de deuda ya se ha producido este año, pero el PNV ha apostado por incorporar esta cláusula de manera explícita en el proyecto presupuestario para poner más cortafuegos, y evitar la tentación de que el Estado actúe al margen del régimen foral y aplique a la comunidad autónoma el margen común. Es una "salvaguarda primordial" para ellos. Con estos acuerdos, el grupo que lidera Aitor Esteban constató "un avance en las negociaciones" hacia la consecución de un acuerdo global. Quedan por cerrar varios proyectos de I+D+i, infraestructuras ferroviarias de la CAV y el soterramiento del TAV en Bilbao. El PNV tratará de arañar más inversiones para la comunidad autónoma vasca y Nafarroa.

LOS TORPEDOS DE LA DERECHA ESPAÑOLA

Este compromiso se ha cerrado en la primera jornada de debate de las enmiendas parciales en la comisión presupuestaria del Congreso de los Diputados, que se extenderá hasta el jueves. Hubo cierto enredo a última hora y se decidió aplazar la votación a la jornada del miércoles, por un fallo informático. El anuncio se produjo tras más de dos horas con los diputados entrando y saliendo de la comisión, sin conocer qué estaba pasando para que la votación no sucediera. También circularon datos sobre unos informes de los letrados considerando que el Gobierno español se había excedido al vetar enmiendas que afectan a ingresos y gastos.

La tramitación sigue, aunque no le basta a Sánchez, que entre el lunes y jueves de la próxima semana tendrá que someter su proyecto al pleno. Con esta enmienda foral se añade un nuevo apartado cinco a la disposición adicional octogésima primera de las Cuentas. Con esta mención que hasta ahora no estaba recogida en los Presupuestos de 2022, se refuerzan las alusiones que ya existen en otras leyes.

El PNV trata de blindar la singularidad foral para no tener que vivir de manera constante un tira y afloja con el Ejecutivo español. Este mismo año, el lehendakari amagó con no acudir a la Conferencia de Presidentes que se celebró en julio si no se convocaba de inmediato la Comisión del Concierto, que tenía pendientes otros asuntos como la concertación de nuevos impuestos.

La sesión dejó ver la intención de Moncloa de cuidar a sus socios de investidura. Los grupos de la derecha española trataron de maniobrar para tumbar algunas enmiendas pactadas por el PNV. Por ejemplo, Ciudadanos anunció que votaría en contra de que Euskadi pueda regular el proceso de convocatoria y designación de interventores y secretarios municipales, porque "que sean de carácter nacional es la garantía de que actúen con respeto a la legalidad; y que estén controlados por el PNV será un foco de corrupción". Otros grupos se lamentaron de que Sánchez haya vetado más de mil enmiendas porque afectan a los ingresos y gastos, y al PNV se le hayan concedido otras como las tasas simplificadas para el transporte del vehículo eléctrico en el puerto de Pasaia, como se quejó Vox.

Sánchez también guiñó al PDeCAT y ERC, levantando el veto a varias enmiendas. A Más País se le aceptó la agencia de supervisión de la inteligencia artificial.

SUPERAR EL "ABANDONO" DE ENKARTERRI

Sobre el tren de Bilbao a Karrantza, el PNV explicó que durante el primer trimestre de 2022 se realizará una revisión para incrementar las frecuencias y dejar atrás el abandono de los ciudadanos de esa zona por parte de Renfe. La depuradora de Galindo se licitará en 2022 y, cuando acabe la obra, se cederá la titularidad al consorcio de aguas de Bilbao-Bizkaia. En el caso de la conducción alternativa al canal de Añarbe, se seguirá el mismo modelo y se podrá rehabilitar una tubería con más de sesenta años a sus espaldas.

La jeltzale Idoia Sagastizabal avanzó durante su intervención que confiaba en alcanzar un acuerdo sobre la salvaguarda foral para el endeudamiento autonómico, intentaría transaccionar alguna otra y alcanzar acuerdos sobre la salvaguarda en la firma de convenios con las comunidades. Sagastizabal recordó que al PNV ya se le habían aceptado otras enmiendas como la que evitará que el Amorebieta tenga que convertirse en una sociedad anónima, el pacto de los interventores y secretarios, y aplicar la tasa simplificada al vehículo eléctrico.

LA POLÉMICA DE LAS ENMIENDAS VETADAS

Reconoció, sin embargo, que sí le han vetado otras propuestas, y en general se mostró sorprendida con la "gran cantidad de enmiendas vetadas" a los grupos, aunque no hizo sangre porque admitió que la normativa "es así" con los ingresos y gastos. Al PNV se le han vetado propuestas como la aplicación a la Policía Foral navarra de los coeficientes reductores para la edad de jubilación, el fin de las tasas de reposición en la administración pública, o las ayudas para el cuidado de menores con cáncer cuando ya hayan cumplido los 18 años. En cualquier caso, el fenómeno del veto no fue exclusivo del PNV e, incluso, fue de los mejor parados.

La jeltzale aclaró que su grupo "comparte la necesidad de que el Estado cuente con Presupuestos", y pidió que pongan el foco en la transformación. Fue ahí donde aseguró que le hubiera gustado que el Estado se abriera a "gestionar mejor los fondos de la Unión Europea", que no se pueden enmendar. El PNV ya acordó a cambio de no enmendar a la totalidad los Presupuestos que Euskadi gestione de manera íntegra el Ingreso Mínimo Vital.