- Junts per Catalunya (JxCat) ha decidido apartar a Jaume Alonso-Cuevillas, exabogado de Carles Puigdemont, como secretario segundo de la Mesa del Parlament y sustituirlo por Aurora Madaula, tras haber expresado sus dudas sobre la estrategia de desobediencia. Así lo anunció ayer la formación soberanista en un comunicado, tres días después de que Alonso-Cuevilla se declarara partidario, en una entrevista a Vilaweb, de no tramitar las resoluciones controvertidas sobre el rey o la autodeterminación y se preguntara: “¿Hemos de dejar que nos inhabiliten sin pena ni gloria por una tontería?”.

Estas declaraciones de quien fuera letrado del expresidente del Govern catalán habían generado una cascada de críticas internas dentro de Junts, lo que motivó que Alonso-Cuevillas pusiera su cargo a disposición de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, también dirigente de Junts, quien ha consensuado el relevo con Puigdemont y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez.

Jaume Alonso-Cuevillas debutó como diputado de Junts el pasado 12 de marzo, día de la sesión constitutiva del Parlament, en la que fue elegido secretario segundo de la Mesa de la Cámara catalana. Era uno de los dos diputados que representaban a Junts en la Mesa, junto a Laura Borràs, y su reputación interna era incuestionable al haber sido el abogado del expresident Puigdemont tras su huida a Bélgica.

Sin embargo, en la primera investidura fallida del candidato de ERC Pere Aragonès, el pasado 26 de marzo, Alonso-Cuevillas ya se vio envuelto en una polémica. En la reunión de la Mesa en la que había que decidir si avalaba el voto delegado del diputado de Junts Lluís Puig, huido en Bélgica, se abstuvo, con el argumento de que en algún momento había representado legalmente a Puig y podía existir un “conflicto de intereses”. La abstención de Alonso-Cuevillas irritó a la formación republicana y desconcertó a sectores de Junts.

Su caída definitiva ha llegado tras sus declaraciones a Vilaweb. En la entrevista publicada el pasado viernes expresó un posicionamiento que chocaba frontalmente con la estrategia de desobediencia a los tribunales para proteger, si hace falta, a los diputados independentistas y sus debates en la cámara catalana: “No sé si tiene sentido que te inhabiliten por haber tramitado una resolución que no lleva a ninguna parte. La inmolación se tiene que hacer si tiene eficacia. Si no, me parece absurda”, señalaba Alonso-Cuevillas.

Sus declaraciones provocaron malestar en el partido que lideran Puigdemont y Sànchez, y el exvicepresidente primero del Parlament Josep Costa incluso las criticó públicamente en una entrada en su cuenra de Twitter. “Pienso que defender la soberanía del Parlamento de Catalunya no es ninguna tontería. Pienso que ser encarcelado o inhabilitado por hacerlo es una cosa dignísima. Y pienso que si alguien no puede o no quiere asumir este riesgo no debería estar en la Mesa del Parlament”, escribió Costa. A raíz de esta toma de posición, compartida por amplios sectores de la militancia de Junts, estaba cantado que a Alonso-Cuevillas le quedaba poco tiempo como miembro de la Mesa.

Ayer, después de que Borràs anunciara su relevo en la Mesa del Parlament, Alonso-Cuevillas se disculpaba por la polémica generada a raíz de sus declaraciones sobre la estrategia de la desobediencia, aunque defendía una “confrontación inteligente” y no un choque “meramente simbólico” y “suicida” con el Estado.

En un comunicado difundido en redes sociales, Cuevillas pedía “disculpas por haber utilizado quizá imprudentemente la palabra ‘tontería’” y aclaraba que se refería al hecho de “provocar el riesgo de inhabilitaciones por tramitar resoluciones meramente declarativas y sin ninguna eficacia jurídica”.

A su juicio, pecó de “imprudente” e “inexperto” al utilizar esa expresión, que fue un “resbalón”, porque en realidad, remarcó , es partidario de “mantener la confrontación con el Estado”. Eso sí, señalaba que “debe ser una confrontación inteligente y no meramente simbólica”, de manera que se reafirmaba en su rechazo a “tramitar resoluciones meramente declarativas que puedan comportar inhabilitaciones gratuitas sin ningún beneficio político tangible”.

Alonso-Cuevillas aseguraba que no tiene “ningún miedo a ser inhabilitado” ya que ello implicaría abandonar la vida política y volver a su “anterior zona de confort” como abogado o profesor universitario. Como “abogado con mentalidad estratégica”, dice ser “partidario de enfrentar estratégicamente cada batalla”, por lo que dependiendo de cada situación “puede ser más conveniente desobedecer, y asumir las consecuencias, o evitar el choque suicida e intentar sacar partido de la actitud antidemocrática y demofóbica del Estado”.

Eulàlia Reguant. La diputada de la CUP Eulàlia Reguant asegura que Junts “quiere ganar en los despachos lo que perdieron en las urnas y tiene la sensación de que los de Puigdemont no han digerido que han quedado por detrás de ERC en las elecciones pese a que han cedido el liderazgo de las negociaciones a los republicanos. En una entrevista de Europa Press, Reguant achaca la abstención de Junts en la investidura del candidato de ERC a la Presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, y su actitud durante la negociación a una estrategia para “hacerse valer y de intentar a última hora arañar más cosas, porque se acaban los plazos”.