- Iñigo Urkullu propuso al Gobierno español pactar una nueva senda de estabilidad presupuestaria para Euskadi de cara a hacer frente a las consecuencias económicas que dejará la lucha contra la pandemia, y ofreció realizarlo en el marco de la Comisión Mixta del Concierto Económico. "Las circunstancias extraordinarias que vivimos, requieren de parámetros de suficiencia financiera y deuda pública acordados bilateralmente cuanto antes y con plenas garantías y seguridad jurídica", argumentó el lehendakari en la conferencia de líderes territoriales. El jefe del Ejecutivo vasco cree necesario compartir la previsión del horizonte de financiación y el marco de ayudas de la UE, y emplazó a "hacer fluir hacia las comunidades autónomas y sus sectores públicos esas líneas de financiación y ayudas". Respecto a la deuda, Urkullu abogó por incrementar el gasto público para atender las necesidades sanitarias y sociales "inmediatas", pero también para hacer frente a una reactivación económica y del empleo "imprescindible". A su juicio, esto debe hacerse "con rigor, en un escenario económico y financiero cierto, tanto de disponibilidad de recursos como de capacidad de endeudamiento". "A partir de ello, cada uno sabrá qué y cómo priorizar y gestionar", añadió.

Por otro lado, el lehendakari volvió a solicitar una clarificación sobre la propuesta del ingreso mínimo vital para "conocer el calendario de puesta en marcha, sus condiciones y cuantías previstas". En esta línea, destacó que la CAV ya cuenta con programas como la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), "que pasarían a complementar esa base común". "El modelo de los países nórdicos es una referencia", precisó

Entre sus propuestas, Urkullu indicó "una materia de especial incidencia social, económica y en el empleo", como la apertura progresiva de la actividad comercial con las mismas limitaciones que los comercios de alimentación" y, para ello, considera Alemania como guía a seguir. Asimismo, el dirigente jeltzale planteó compartir criterio en cuestiones "de gran incidencia social" este próximo verano: actividad cultural, eventos, fiestas populares; actividad física y deporte; o la gestión de playas y piscinas. De igual manera, mostró su preocupación por "el ámbito de asilo y migración vulnerable". "Es urgente adoptar criterios comunes para su aplicación en cada comunidad, con relación a las prórrogas en los distintos programas y a los permisos de residencia y trabajo", apuntó. En esta materia, el espejo sería Portugal.

En cuanto a la prioridad sanitaria, señaló que Euskadi se encuentra "en fase de refuerzo de la Atención Primaria". "Estamos realizando un cribado de posibles pacientes covid-19 con más de 4.000 test a las personas que tuvieron síntomas en marzo para saber si son inmunes o no. La protección de los profesionales sigue siendo primordial". A su entender, sería "oportuno" también conocer la planificación del Gobierno español para la distribución de suministros sanitarios en los próximos seis meses, para determinar cuál debe ser su horizonte de autoabastecimiento. Tras recalcar que el 10 de mayo se abrirá una nueva fase, ve "conveniente anticiparse y compartir a tiempo las decisiones de esta transición para su más correcta organización y comunicación a la sociedad con certidumbre".

Peticiones de Chivite. La presidenta navarra, María Chivite, insistió en la necesidad de relajar la regla de gasto para las entidades locales. Además, pidió que se valore hacer un cierre presencial del curso escolar siempre que las condiciones epidemiológicas lo permitan, ya que "sería muy positivo socialmente". Y anunció la puesta en marcha de un proyecto piloto de brazaletes inteligentes en las residencias de la comunidad foral que servirán para monitorizar en tiempo real la temperatura de los residentes.