madrid - Un ejemplar de la Constitución española y una fotografía de la Familia Real con ciudadanos ejemplares que condecoró al cumplir los cinco años en el trono. Ese era el atrezzo elegido por el monarca español, Felipe VI, para su alocución navideña, en la que uno de los ejes centrales fue la "seria preocupación" que para España supone la situación en Catalunya, al tiempo que animaba a mantenerse unidos, al entendimiento y a resolver diferencias con respeto a la Constitución. Por si alguien lo esperaba: nada de plurinacionalidad, muy poco de la investidura, y ni una mención específica a la violencia de género, pese a que a falta de seis días para acabar el año son 55 las mujeres asesinadas en 2019.

En una intervención que duró doce minutos, Felipe VI señaló que, junto a problemas globales que preocupan a España, hay otros específicos del país y, "desde luego", Catalunya. "Es un hecho que en el mundo -y también aquí-, la crisis económica ha agudizado los niveles de desigualdad. Así mismo, el deterioro de la confianza de muchos ciudadanos en las instituciones y, desde luego, Catalunya, son otras serias preocupaciones que tenemos en España", aseguró.

La receta al problema catalán -problema político según PSOE y ERC-, lo fue a buscar el monarca español en la Constitución, al resaltar todo lo que ha logrado España gracias a la Carta Magna y los valores que encarna ese texto y que han permitido la convivencia. De entre esos valores destacó el deseo de concordia "que gracias a la responsabilidad, los afectos, la generosidad, el diálogo y el respeto entre personas de ideologías muy diferentes derribó muros de intolerancia, de rencor y de incomprensión que habían marcado muchos episodios de nuestra historia".

Por ello, apeló a la voluntad de entendimiento y de integrar las diferencias dentro del respeto a la Constitución, que, según precisó, " reconoce la diversidad territorial y preserva la unidad que nos da fuerza". De la plurinacionalidad de la que han hablado tanto Pedro Sánchez como Miquel Iceta y que ha sido reclamada por fuerzas soberanistas catalanas y vasca, nada de nada.

Investidura Y ahora que actualidad política está centrada en las negociaciones de cara a la investidura del presidente del Gobierno español, el monarca dejó claro que su papel se ciñe simplemente a la presentación de un candidato. "Ahora, después de las elecciones celebradas el pasado 10 de noviembre, nos encontramos inmersos en el procedimiento constitucional previsto para que el Congreso otorgue o deniegue su confianza al candidato propuesto para la Presidencia del Gobierno. Así pues, corresponde al Congreso tomar la decisión que considere más conveniente para el interés general", aseguró, al tiempo que señaló que no se debe caer en los extremos, "ni en una autocomplacencia que silencie nuestras carencias o errores, ni en una autocrítica destructiva que niegue el cambio gran patrimonio cívico, social y político que hemos acumulado".

Asimismo, y a diferencia de lo sucedido con discursos anteriores, Felipe VI no habló en esta ocasión sobre la violencia de género, pero sí de "la desigualdad laboral entre hombres y mujeres.