- El tablero geoestratégico entre Washington y Moscú continúa abierto. Rusia no afloja la presión e informó ayer de la realización de nuevas maniobras militares cerca de la frontera con Ucrania, mientras Estados Unidos ha puesto en “alerta elevada” a 8.500 soldados para un eventual despliegue en el este de Europa. No obstante, en las últimas horas parece ser la propia Ucrania quien está tratando de rebajar la tensión. Su ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, rechazó ayer la posibilidad de una invasión inmediata por parte del Kremlin.

No obstante, la preocupación sigue en niveles altos. En una nueva exhibición de músculo militar, Moscú indicó ayer que comenzará ejercicios aéreos de envergadura en la península de Crimea, anexionada en 2014, y dos regiones próximas a Ucrania, la de Rostov y Krasnodar.

Al mismo tiempo, Rusia manifestó su preocupación por la decisión de Estados Unidos de poner en alerta elevada a 8.500 soldados. “Observamos con gran preocupación estas acciones de EEUU”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, para quien todo lo que hace Washington es “agravar la tensión”.

Peskov insistió en que Rusia se encuentra a la espera de las respuestas por escrito que EEUU y la OTAN se comprometieron dar esta semana sobre las garantías de seguridad demandadas por Moscú, que pasan por el compromiso de la Alianza Atlántica de no continuar su ampliación con naciones pertenecientes en el pasado al bloque soviético. Rusia quiere que la OTAN firme un documento en el que se impida el ingreso de Ucrania, una petición que la Alianza ya ha rechazado con rotundidad.

Entre las posibles reacciones de Moscú a la no aceptación de sus exigencia de garantías algunos expertos barajan el reconocimiento oficial de las independencias de las autoproclamadas repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, creadas por los separatistas prorrusos.

El Consejo de la Duma del Estado debatirá en febrero próximo un proyecto de resolución que pide al presidente de Rusia, Vladímir Putin, que reconozca las independencias las entidades separatistas prorrusas, enfrentadas desde 2014 con el Ejército ucraniano.

Distintos medios sugieren que la respuesta de Rusia al rechazo a sus demandas de garantías de seguridad podría ser el incremento de su presencia militar fuera de sus fronteras, en particular en América Latina, en Cuba o en Venezuela.

Por su parte, Estados Unidos no descarta preparar a más soldados, más allá de los 8.500 anunciados si fuera necesario, señaló ayer el portavoz del Pentágono, John Kirby.

No obstante, Kirby apostó también por la cautela. “No las estamos desplegando ahora, no estamos diciendo que la diplomacia ha muerto”, incidió Kirby, quien agregó que al estar en “alerta elevada” se recorta el tiempo de preparación para desplegarse de diez a cinco días. Además, ayer llegó a Kiev el tercer avión con ayuda militar de EEUU para Ucrania. Durante el fin de semana Washington ya entregó más de 170 toneladas de armas. Asimismo, dijo Kirby, el Pentágono tiene “un pequeño grupo” de entrenadores militares en Ucrania, que han estado allí desde hace meses asesorando al ejército de este país.

Sin embargo, Estados Unidos y los aliados siguen defendiendo también en público la vía del diálogo. Esa es una de las conclusiones de la reunión telemática que el presidente estadounidense, Joe Biden, mantuvo el lunes a la noche con las principales autoridades de la Unión Europea y con los presidentes de Francia, Emmanuel Macron y Polonia, Andrzej Duda, así como con los primeros ministros italiano, Mario Draghi, británico, Boris Johnson, y alemán, Olaf Scholz.

“Los líderes compartieron el análisis de la seriedad de la situación. Desearon que triunfe la diplomacia pero están haciendo preparativos para todas las eventualidades”, apuntó Bruselas en un comunicado tras el encuentro. Por si acaso, la UE tiene “muy avanzado” el trabajo preparatorio de las posibles sanciones a Rusia si ataca a Ucrania, que tendrán “fuertes consecuencias políticas y un coste masivo”, según aseguró ayer la Comisión Europea.

La propia Ucrania está reforzando su trabajo diplomático y, tras semanas en las que avisaba de un ataque inminente por parte rusa, desde esta semana ha comenzado a deslizar otro tipo de mensajes. El ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, subrayó ayer que, según la inteligencia ucraniana, los militares rusos no han creado ningún grupo de ataque, lo que rebaja la probabilidad de una ofensiva de Moscú. En la misma línea se expresó el lunes el presidente, Volodimir Zelenski, que señaló que las autoridades lo tienen “todo bajo control” y especificó que no había “razón para el pánico.

Biden insulta a un periodista. La tensión en Ucrania está acrecentando el nerviosismo entre los actores implicados. Ayer, el presidente de EEUU, Joe Biden, molesto tras una extensa rueda de prensa en la que casi todas las cuestiones estaban relacionadas con la crisis en Ucrania, llamó “estúpido hijo de puta” a un periodista de la cadena conservadora Fox News -abiertamente hostil a los demócratas- mientras su micrófono permanecía abierto. Biden llamó después al reportero para disculparse.

“Todo lo que hace Estados Unidos en esta crisis es agravar la tensión”

Portavoz del Kremlin

“Tenemos más soldados preparados, pero eso no implica que la diplomacia haya fracasado”

Portavoz del Pentágono