- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió ayer al Congreso aprobar “inmediatamente” medidas para reforzar el control de armamento en el país, incluida la prohibición de todas las armas de asalto y los cargadores de munición de gran capacidad.

“Podemos salvar vidas” con el control de armas, dijo Biden en una declaración en la Casa Blanca sobre el tiroteo que el lunes dejó diez muertos en un supermercado de Boulder (Colorado), y que ocurre menos de una semana después de los asesinatos a ocho personas -en su mayoría de origen asiático- en un ataque a varios centros de masaje en Atlanta.

Las autoridades de esta ciudad universitaria identificaron al autor del tiroteo, que dejó diez muertos en un supermercado como Ahmad Al Aliwi Alissa, de 21 años y actualmente acusado de diez cargos de asesinato en primer grado.

Las autoridades todavía no tienen claros los motivos que llevaron a Alissa a abrir fuego con un fusil de asalto en el supermercado de la cadena King Soopers en Boulder, una ciudad de poco más de 100.000 habitantes al norte de Denver y una de las más ricas de EEUU. “La investigación está todavía en su primera etapa”, dijo el fiscal del distrito de Colorado, Michael Dougherty.

Alissa, detenido tras el tiroteo y herido en la pierna, se encuentra ingresado en un hospital y se espera que sea trasladado a una cárcel del condado. El sospechoso residía en la ciudad de Arvada, situada a unos 34 kilómetros de Boulder, y había vivido “la mayor parte de su vida en EEUU”, dijo la jefa de Policía de Boulder, Maris Herold, quien no especificó su nacionalidad.

Las autoridades también identificaron a las víctimas del tiroteo, cuyas edades oscilaban entre los 20 y los 65 años y entre los que había hombres y mujeres, además de un agente de policía de 51 años.

El debate sobre el control de armas se reactiva periódicamente en Estados Unidos cuando hay tiroteos masivos, pero la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) y sus poderosos aliados en el Congreso han impedido que se aprueben medidas de calado al respecto en los últimos años.

Por esto, Biden pidió ayer que el Senado apruebe “inmediatamente” dos proyectos de ley que ya han recibido el visto bueno de la Cámara de Representantes y que “acabarían con los vacíos legales en el sistema de verificación de antecedentes” de los compradores de armas.

Biden aseguró estar “devastado” por el tiroteo en Colorado y por el hecho de que se produjera “menos de una semana después de los terroríficos asesinatos de ocho personas de origen asiático” en Atlanta y ordenó bajar a media asta las banderas de la Casa Blanca y todos los edificios públicos hasta el 27 de marzo.

Biden no dejó de insistir en la urgencia de que los representantes de ambas Cámaras actúen. “Podemos prohibir de nuevo las armas de asalto y los cargadores de munición de gran capacidad”, subrayó.

El expresidente estadounidense Barack Obama urgió asimismo a superar “la oposición de los políticos cobardes” y aprobar medidas para reforzar el control de armas en el país, al asegurar que EEUU “ya no puede permitirse” que sea “normal” vivir regularmente tiroteos masivos.

El que fuera presidente entre 2009 y 2017 reaccionó en un comunicado al tiroteo de Boulder: “Ya es hora, desde hace mucho tiempo, de que aquellos que tienen poder combatan esta epidemia de violencia armada”, subrayó Obama, que tuvo como vicepresidente al demócrata Biden.

En su reacción al tiroteo, Obama aseguró que sentía, “además de pena, una indignación profunda y familiar” por el hecho de que EEUU “siga tolerando estos actos aleatorios y sin sentido, día tras día, sin tomar medidas significativas”.

Diez años de veto federal. Durante diez años, de 1994 a 2004, en EEUU estuvo vigente la Prohibición Federal de Armas de Asalto, una ley que restringió la “fabricación, transferencia y posesión” de ciertas armas semiautomáticas y los cargadores de gran capacidad.

Bill Clinton, impulsor. La medida se aprobó en un Congreso de mayoría demócrata y durante la presidencia del demócrata Bill Clinton (1993-2001), tras varias masacres con armas en años anteriores, raras hasta entonces.

Masacres históricas. En 1989, en Stockton (California), 5 niños murieron cuando un hombre abrió fuego en una escuela. En 1991, otro incidente similar en Texas dejó 23 muertos y 27 heridos.

Desplome de las matanzas. El veto federal a las armas de asalto expiró en 2004 sin que el Congreso lo renovara, algo que -en palabras de Biden- “acabó con el desplome de asesinatos masivos” que se observó durante esos diez años.