- Un día después de que The Washington Post hiciera público que Trump solicitó al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, alguna “fórmula” para anular la victoria de Biden en las elecciones, el presidente saliente animó ayer a asistir a la manifestación que han convocado una docena de grupos fieles al mandatario mañana en Washington, que el magnate describió como “salvaje” y que coincidirá con la reunión del Congreso para la cuenta formal y final de los votos del Colegio Electoral, que dan al demócrata la victoria en las elecciones de noviembre.

“Gran protesta en DC el 6 de enero. ¡Estén presentes, será salvaje!”, escribió Trump en Twitter, animando a todos sus seguidores a asistir a la marcha.

Diferentes facciones fieles a Trump se han presentado como los organizadores de la marcha en la capital y una de ellas, March for Trump, convocó a sus seguidores indicando que “le toca a la ciudadanía estadounidense” impedir el fraude electoral.

Por su parte, el Departamento de Justicia y las autoridades electorales de los estados -incluidos los que tienen gobierno republicano- insistieron ante estas convocatorias que no hay evidencias de un fraude electoral generalizado y reconocieron los resultados que dieron a Biden más de 80 millones de votos frente a unos 74 millones de votos de Trump.

El estado de Georgia celebra hoy la segunda vuelta de las elecciones al Senado del país, una elección vital para el presidente electo, Joe Biden, porque si los demócratas ganan los dos asientos en juego contará con la mayoría de la Cámara Alta, lo que le posibilitará implantar su agenda con más facilidad.

El estado sureño ya celebró un proceso electoral para elegir a sus dos senadores en las elecciones del 3 de noviembre, donde, además de elegir a un presidente, los electores escogieron a 34 miembros del Senado.

Los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler defienden sus escaños, como en noviembre, ante los mismos aspirantes demócratas: el documentalista y exaspirante a congresista Jon Ossoff y el reverendo Raphael Warnock. Ninguno logró superar el umbral del 50% de los votos el 3 de noviembre.

En caso de que los demócratas ganen ambos escaños, conseguirían empatar a 50 senadores con los republicanos por lo que el voto de calidad que permite romper empates de la futura presidenta del Senado, Kamala Harris, haría que los demócratas tuvieran el control efectivo del Senado, como ya hacen con la Cámara de Representantes.

Tanto Biden como Trump convocaron ayer mítines en el estado de Georgia para dar un último impulso a sus respectivos candidatos.

La pérdida del control de la Cámara Alta estadounidense constituiría un gran varapalo para los republicanos, que han tratado de hacer de la segunda vuelta una especie de plebiscito sobre el legado de Trump y su capacidad de poner freno a la futura Administración de Biden.

“Es estadísticamente imposible que no sea el vencedor. Es un fraude sin precedentes”

Presidente de Estados Unidos