Lo tiene claro y cuando piensa en su futuro no vacila: él solo quiere ser ciclista y mejorar, día a día, subido en una bicicleta. Hijo de Javier Murguialday, –ganador de una etapa del Tour de Francia– a Jokin Murguialday la pasión, vocación y mimo por el ciclismo le viene en los genes. Este año celebra su cuarta temporada en la Caja Rural-Seguros RGA, donde se está abriendo camino en el ciclismo profesional. “Mi vida solo gira en torno al ciclismo, es mi gran pasión”, confiesa con rotundidad y sin dudarlo en este reportaje.
Desde muy pequeño, Jokin vivió la pasión de este deporte en su casa. Javier soñaba con que su hijo pudiera seguir sus pasos, y le regalaba consejos y experiencias que hoy le han servido de impulso y motor. El joven de 24 años recuerda sus primeras pedaladas desde bien pequeño, siempre junto a su padre, hasta que con “siete u ocho años”, se apuntó a la Federación Alavesa de Agurain, Arabarrak. Recuerda los martes y jueves con especial cariño: eran los días de entrenamiento junto a sus amigos. “Lo pasábamos muy bien, quedábamos para entrenar y sabíamos que después estaríamos todos juntos compartiendo un buen momento”, rememora.
Su trayectoria
En 2018, por segundo año junior, se distinguió por lograr distintas victorias, incluyendo la vuelta a Álava. Y ese mismo año fue seleccionado para el Campeonato de Europa de Zlín por la selección española. Después, inició su nuevo camino profesional incorporándose al equipo de Caja Rural-Seguros RGA. Poco después de esta incorporación, logró distinguirse gracias a los logros obtenidos encima de la bicicleta en distintas carreras: logró ganar la San Gregoria Saria y el Premio San Pedro. También ha conseguido distintas medallas. Pero fruto de este reconocimiento es su constancia, perseverancia, dedicación, y gran trabajo por su vocación.
“Definiría mi vida como una vida sacrificada; la vida de un deportista de alto rendimiento que se dedica profesionalmente a eso es muy diferente a la vida de una persona normal. Vivimos una vida como las de un monje”, compara. Y añade: “Me levanto temprano, como, entreno, descanso para recuperarme del entrenamiento y vuelvo a empezar con esa rutina”, detalla. Pero asegura sin dudarlo que es la vida que quiere y la que realmente le aporta en su día a día: “Es la vida que los deportistas elegimos y es lo que realmente me gusta hacer”, dice rotundo.
En cuanto a su futuro, intenta no pensar demasiado, pero asegura que sea lo que sea que le depare la vida, lo hará subido en una bicicleta y en el mundo del ciclismo. “Mi gran objetivo es estar con los mejores. Ahora tengo la suerte de competir y estar cerca de grandes corredores del mundo. Algún día me gustaría estar con ellos. Tengo claro que mi futuro estará relacionado siempre al mundo del ciclismo porque es lo único que sé hacer y lo que más me gusta en el mundo. Por eso, no dudo ni un momento a que mi vida siempre estará ligada a la bicicleta”, dice.
Y si su futuro será el ciclismo, su presente también lo ocupa este deporte. Su día a día está ligado a entrenar, prepararse físicamente, alimentarse bien para nutrir su cuerpo y descansar. “En mi tiempo libre descanso. Un buen descanso es parte del entrenamiento; dormir, acostarme rutinariamente a las 22.30 horas, levantarme a las 8.00 horas, alimentar mi cuerpo con comida saludable,... esto es algo que va incluido en el mundo del ciclismo y que es parte de nuestro trabajo. Y entre una semana y otra, hay muchas diferencias; hay días que no tengo tiempo para mucho”.