bilbao - EH Bildu ha volcado un jarro de agua fría sobre las expectativas del Gobierno Vasco de cerrar pronto un acuerdo presupuestario para el próximo año y comienza a atrincherarse en sus posiciones. Ambas partes llevan dos semanas en contacto constante y cruzándose documentos con ofertas para tratar de llegar a un punto de encuentro, y tanto la consejería de Pedro Azpiazu como la coalición abertzale han modulado públicamente su discurso en busca de un acuerdo. El portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Erkoreka, interpretó ayer en rueda de prensa que se han “aproximado posiciones” y apostó por cerrar esta misma semana un pacto. No obstante, el líder de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, puso el contrapunto a las últimas horas de aparente sintonía con un tuit en tono de ultimátum que retaba al Gobierno Vasco a “asumir” la propuesta de EH Bildu, o bien ir a la prórroga como le pide “la patronal”.
El mensaje que lanza la coalición es que pretende seguir apretando al Gobierno y mantiene invariable su última propuesta: elevar la pensión mínima hasta los 858 euros al mes el año que viene a través de la renta de garantía de ingresos. O lo tomas, o lo dejas, viene a decir a Lakua.
Fuentes de EH Bildu confirmaron a DNA su intención de “enfriar el acercamiento” del que habló Erkoreka con ese tuit que Otegi escribió como respuesta al consejero. “La previsión de Erkoreka no es realista”, zanjaron, para añadir después que no ha habido cambios en la última propuesta de EH Bildu, que se “mantiene”: piden una mayor inversión para las pensiones, un asunto muy delicado para el Gobierno Vasco porque es competencia del Estado; que se flexibilicen las condiciones para que los pensionistas accedan a ese complemento, y que se tripliquen los beneficiarios.
EH Bildu aprovechó unas declaraciones de la patronal vizcaína, Cebek, para sacudirse ayer la presión de la negociación y tratar de colocarla sobre el Gobierno Vasco. El esfuerzo negociador del consejero Azpiazu colocó en un compromiso a EH Bildu, porque el Gobierno Vasco le complicó el voto el contra de las Cuentas al proponer un incremento generalizado de la RGI en un 3,5% el próximo año y un 3,5% en 2020 (en el caso de los perceptores de las pensiones, la prestación subiría de los 732 euros actuales, a los 758 del próximo año y 785 de 2020). La coalición abertzale, que ha estado negociando con un equipo en el que no está presente Otegi, se encontraba en la tesitura de aceptar el acuerdo o, por el contrario, tumbar las Cuentas y, con ello, arrojar por el desagüe este incremento para los pensionistas, un colectivo que ha protagonizado en Bilbao sus movilizaciones más impactantes.
Sin embargo, después de que el presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, asegurase ayer en Bizkaia Irratia que las exigencias de EH Bildu son demasiado elevadas, Otegi utilizó sus declaraciones para tratar de devolver la pelota al tejado del Gobierno Vasco. “El Gobierno tiene dos alternativas: asumir nuestra propuesta de construir una comunidad más justa e igualitaria, o prorrogar las Cuentas como le pide la patronal. Que decidan”, escribió en Twitter.
EH Bildu, que ayer se encontraba analizando la oferta más reciente del Gobierno Vasco, evitó ofrecer su respuesta definitiva al consejero Azpiazu. “Vamos a seguir trabajando”, dijeron las fuentes consultadas. Desde el departamento de Hacienda evitaron cualquier valoración y emplazaron a continuar con el diálogo. El Gobierno Vasco había anunciado públicamente su deseo de cerrar esta semana el diálogo presupuestario, ya fuera con un acuerdo o con un desacuerdo. En el departamento de Azpiazu son conscientes de que los recursos económicos son habas contadas y no tienen un margen de maniobra infinito para reforzar las pensiones que, para colmo, no son competencia vasca, sino del Estado, de manera que pasarse de frenada expondría a la comunidad autónoma a que el Gobierno español lleve sus Presupuestos al Tribunal Constitucional y suspenda su ejecución. En Bildu, por el contrario, han comenzado a blindar su propuesta y no dar síntomas de ceder, lo que, llevado al extremo, los puede colocar ante el precipicio de votar contra las Cuentas y frustrar la subida de la RGI.
martes En puridad, el margen acaba el martes, cuando tendrá lugar el pleno de las enmiendas a la totalidad. EH Bildu no ha presentado ninguna, pero el Gobierno Vasco no tiene el compromiso de que vaya a votar en contra de la devolución de las Cuentas. En sentido estricto, existe el riesgo de que se sume a una enmienda a la totalidad presentada por otro grupo. Si el proyecto superase este trámite, tendría que someterse el día 21 a la prueba final: la votación definitiva de los Presupuestos. Si hubiera acuerdo, EH Bildu ofrecería dos abstenciones.
Erkoreka había reconocido un acercamiento, aunque no suficiente, y evitó calificar de inviable la propuesta de Bildu. Prometió un esfuerzo adicional esta semana y dijo que no cogerá puente el día de la Constitución.
Propuesta inicial de Bildu. 420 millones, 350 de los cuales deberían destinarse a una subida generalizada de las pensiones mínimas para tender en el futuro a los 1.080 euros mensuales. Otros 70 millones se destinarían a planes de empleo.
Propuesta de Azpiazu. 80 millones en dos años, 35 de los cuales se destinarían a una subida generalizada de la renta de garantía de ingresos, no solo para los pensionistas, para evitar el veto del Estado. La subida sería del 3,5% el año próximo, y otro 3,5% en 2020. Las pensiones de los perceptores de la RGI aumentarían desde los 732 euros actuales, a los 758 el año que viene y 785 en 2020.
Evolución del debate. EH Bildu moduló su propuesta hasta los 233 millones (163 para pensiones). Planteó elevar la prestación mínima hasta los 858 euros al mes para 50.000 jubilados.