Donostia - Las víctimas del franquismo y de la Guerra Civil recibieron ayer un esperado homenaje por parte de las instituciones vascas en el Museo San Telmo de Donostia, en el que el lehendakari, Iñigo Urkullu, reconoció la “deuda” de las autoridades con los que sufrieron la dictadura. “Las instituciones democráticas no actuaron a tiempo. Su respuesta fue insuficiente para responder a los derechos de verdad, justicia y reparación que corresponden a estas víctimas”, lamentó.
El lehendakari quiso ante todo hacer autocrítica y mostrar la “solidaridad” institucional “por el sufrimiento” al que los homenajeados tuvieron que hacer frente. “Queremos reconocer la injusticia que padecieron”. Por ello, reafirmó su compromiso con las víctimas del franquismo y prometió trabajar con “determinación” en el ámbito de la memoria histórica. Iñigo Urkullu también hizo hincapié en el concepto de “resiliencia”, la facultad de las personas para superar las situaciones adversas y el daño padecido. “Las generaciones de nuestros padres, madres, abuelas y abuelos demostraron la capacidad de sobreponerse y de avanzar”. En ese sentido, Urkullu recordó que aquellos que vivieron la Guerra Civil y la posguerra “fueron capaces de defender, preservar, cuidar y construir valores y principios” en las circunstancias más complicadas.
El acto de reconocimiento institucional contó con la presencia de numerosos cargos públicos como el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano; el alcalde donostiarra, Eneko Goia; la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria; la de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Eider Mendoza; el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, o la directora del instituto Gogora, Aintzane Ezenarro. Por parte del Gobierno Vasco acudieron los consejeros Cristina Uriarte, Arantxa Tapia, Josu Erkoreka, Jon Darpón y Ana Oregi. Además, hubo representantes de la mayoría de las formaciones políticas vascas, entre ellos Joseba Egibar (PNV), Julen Arzuaga (EH Bildu), Patxi Elola (PSE) o Carmelo Barrio (PP).
Tras mantener un breve encuentro privado con las 18 víctimas del franquismo presentes en el homenaje, entre las que había gudaris, milicianos republicanos y exiliados, el lehendakari agradeció su “comportamiento ejemplar” y su fortaleza para “ponerse en pie y mirar hacia delante”, gracias a la cual “hoy miramos al pasado, reconocemos y agradecemos su ejemplo y legado”.
Iñigo Urkullu destacó “la aportación al mantenimiento de los principios democráticos durante el franquismo” de los homenajeados y pidió “reconocer el sacrificio que asumieron miles de personas” actuando “en la oscuridad de la clandestinidad y sorteando la represión para construir algo nuevo y positivo”. El lehendakari también recordó “el legado a la cultura vasca y al euskera” que dejaron las ikastolas clandestinas y los movimientos culturales mediante “un espíritu de resistencia y defensa”, al igual que “la transmisión de una conciencia de valores y derechos sociales por los que era necesario luchar y trabajar, a pesar de toda persecución”. Finalmente, Urkullu reconoció el valor de las mujeres que sufrieron “las condiciones de vida de la Guerra Civil y la dictadura”.
De manera previa al reconocimiento institucional, el secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, dirigió un encuentro en el que, a través de mesas redondas, los homenajeados expresaron su opinión sobre el valor de la resiliencia. Se trata del tercer acto en memoria de las víctimas que se celebra en Donostia en el marco de la capitalidad europea de la Cultura. El primero fue el 20 de febrero y se reconoció a las víctimas de la violencia policial ilícita. El segundo tuvo lugar el 11 de marzo, coincidiendo con el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo.