Bilbao - Una marea ciudadana en busca de un trabajo fijo. Gente de todas las edades, hombres y mujeres, con muchos y pocos nervios, con sobrada o escasa preparación pero con todas las incertidumbres del mundo. Osakidetza arrancó ayer a las diez de la mañana en el BEC -con la prueba para celadores- la segunda fase de su OPE. Y una vez más quedó demostrado que acceder a la Administración pública y ser funcionario concita el interés de miles de personas que luchan encarnizadamente por un puñado de puestos. “Es que trabajar en Osakidetza es muy goloso”, declararon algunos de los candidatos a la entrada. Competían con otros 15.000 compañeros para solo 66 plazas de celador. Una pelea a la desesperada.
Caravanas de coches en los accesos, colas en las entradas y tres pabellones enteros, 1, 2, y 6 repletos de nervios, ansiedad y esperanza, daban fe de lo que estaba en juego. “Esto no se lo deseo a nadie y eso que sabemos que las posibilidades están muy contadas”, comentaba Iñaki, un repetidor que admitía no haber estudiado demasiado. “Vengo a ver qué pasa porque la anterior vez me di un atracón y no sirvió de nada”, se quejó.
El examen a los médicos supuso el pasado 21 de noviembre en Donostia el pistoletazo de salida a la convocatoria de OPE que oferta 1.014 plazas y en las que concurren 53.930 personas, 3.588 menos de los previsto inicialmente. En la tarde de ayer, la Oferta Pública de Empleo se completaba con las pruebas para auxiliares administrativos. Hoy será el turno de los aspirantes a enfermería y a auxiliar de enfermería. En total, aproximadamente 15.000 opositores a celadores, diez mil a auxiliares administrativos, y 23.000 para las dos categorías de enfermería. Todos en una acelerada carrera para ser funcionario.
Un fin de semana además para personalidades templadas, sobre todo para los que se juegan más, quedarse en Osakidetza. “Yo creo que aquí los más nerviosos son los que se presentan a los puestos de promoción interna”, indicó Bernardo, otro de los presentes. “A mí no me parece excesivamente difícil. Hay que contestar un cuestionario de preguntas con respuestas alternativas, cosas del temario, y además no se penalizan las respuestas incorrectas”, apuntó un optimista. Quizá, para dar más confianza al enemigo, pocos declaraban traérselo muy empollado.
Realidades José María Armentia, director de Recursos Humanos de Osakidetza, se felicitaba de cómo discurría el proceso. “Estamos desarrollando con normalidad la segunda fase de la OPE y estamos cumpliendo el compromiso de Osakidetza para ofertar un empleo público de calidad”, afirmó justo al dar inicio las pruebas. “Nos preocupaba ofertar el máximo número de plazas con la máxima garantía jurídica y hemos podido sacar 1.014, 507 para el exterior y otras tantas de promoción interna”. Sobre las críticas vertidas por los sindicatos que se quejan de la escasez de puestos, Armentia argumentó que “ha habido diferentes OPE, y una en concreto, en Castilla León que por superar la tasa de reposición ha sido parada”. “Nosotros hemos dicho que estamos en disposición de sacar más plazas pero no estamos dispuestos a correr riesgos”, afirmó. “No queremos lanzarnos a aventuras que luego no seamos capaces de realizar. Aquí hablamos de realidades”, sentenció.
Medio millar de personas permitió que la convocatoria de empleo discurriera con tranquilidad y sin ningún tipo de problema. De hecho, por la mañana, en prácticamente un cuarto de hora, todo el mundo estaba perfectamente ubicado en los pabellones arrancando las pruebas en hora.
año y medio Sobre el tiempo que tardarán los opositores que aprueben en ocupar sus puestos, Armentia aclaró que “con esta dimensión de OPE, creemos que podemos estar en condiciones de que en un año y medio todos los candidatos que hayan sacado plaza puedan tomar posesión”. Sin embargo, explicó que no se trata de un proceso único. “En paralelo se va a realizar un concurso de traslados, fomentando la movilidad interna. Una vez se liberen esas vacantes, ésos son los puestos que cubrirían las personas que están haciendo las pruebas. La nota que hoy saquen empiezan a clasificar a los candidatos, pero luego está el tema de méritos, el euskera ... y eso es un proceso de baremación. Cada uno de esos pasos tiene unas fechas y unos plazos de reclamación. Con lo cual, entre realizar el concurso, hacer la baremación etc... podemos estar hablando en el mejor de los casos de año y medio, o dos años”, especificó. Sin embargo, aclaró que habrá categorías que salgan antes y otras lo harán después.
“Por poner un ejemplo la anterior OPE se hizo en 2011 y terminó en 2015, es decir cuatro años. Pero para algunos, como los médicos, duró año y medio porque estaban cogiendo plaza en 2012. Sin embargo, algunas de las últimas plazas han acabado adjudicándose en 2015”, indicó.
Hay que recordar que las primeras pruebas, celebradas en noviembre en Donostia, fueron las correspondientes a facultativo especialista médico familia, matrona, técnico especialista de laboratorio, facultativo especialista pediatría y fisioterapeuta.
Entre las novedades de esta oferta de empleo, destacan la articulación de medidas tendentes a garantizar la transparencia del proceso selectivo. “Vamos a intentar dar la máxima información, con la máxima transparencia, a todos los candidatos para que puedan seguir el proceso desde el minuto uno hasta el minuto noventa”, destacó Armentia. Así, con carácter previo a la publicación de la relación definitiva de aspirantes con opción de destino, se podrá solicitar la revisión de la puntuación asignada provisionalmente.
Finalmente Osakidetza quiso agradecer a todas las instituciones que colaboran, desde el IVAP hasta los servicios de Seguridad, Tráfico, Emergencias por los dispositivos desplegados, así como a instituciones municipales y forales que reforzaron, por ejemplo, el transporte público. Todo un reto que miles de personas sabrán este fin de semana corresponder.