MADRID. "Vamos a establecer una misión militar italiana para asegurar que el Mediterráneo deje de ser es el mar de la muerte", ha afirmado Letta durante un acto público en el que fue entrevistado por el director de 'La Repubblica', Ezio Mauro. "Va a ser una misión barcos y aviones" hasta triplicar la dotación actual y su objetivo será "hacer del Mediterráneo un mar lo más seguro posible" porque "en estos días se ha convertido en una tumba".
Letta ha justificado una intervención inmediata porque es "una emergencia cuestión de minutos" que "no puede esperar para abril o marzo". El mandatario ha señalado que su intención no es "descargar" la culpa en la UE sino de "hacer nuestra parte".
Así, ha pedido una revisión de la normativa comunitaria y de las instituciones ya en vigor. "No hay necesidad de Frontex, ni de Eurosur, hay que replantearse los acuerdos de Dublín" sobre inmigración, ha indicado. "Si Frontex tiene su sede en Varsovia, da la impresión que tiene que ver con las fronteras. Es evidente que Varsovia pide un tipo de respuesta", en cambio, si Frontex estuviera asentado en el Mediterráneo para "no sería una cuestión que concluye en noviembre, cuando empieza el mal tiempo".
Además, Letta ha aprovechado para contrastar las misiones militares "unilaterales para ir a bombardear". "Hacemos misiones humanitarias, algo de lo que nuestro país debe estar orgulloso", ha argumentado.
En cuanto a las actuales leyes sobre inmigración vigentes en Italia, especialmente la polémica ley Bossi-Fini, Letta ha abogado por "una nueva legislación en materia de asilo". "La cuestión clave es cómo hacer frente a la llegada de inmigrantes que llegan de los Estados fallidos", ya que se debe garantizar el derecho de asilo y "en el Mediterráneo debe garantizarse de una manera diferente que en el resto de Europa".
En la entrevista a Letta, celebrada en una localidad del municipio de Venecia, también ha participado el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, quien ha destacado que los italianos, especialmente los habitantes de la isla de Lampedusa, "se merecen el agradecimiento de todos los europeos" y ha defendido la implantación de un sistema que diferencie entre inmigración legal e ilegal como la que ya tienen Canadá, Estados Unidos o Australia "para que no se aprovechen de estas personas que se suicidan en los barcos".