MADRID. La investigación, publicada en el 'Journal of Experimental Social Psychology', señala que las personas, especialmente los jóvenes, que cuentan en tiempo presente anécdotas relacionadas con el alcohol se suelen pensar volver a hacerlo en el futuro, al contrario que aquellos que hablan en pasado.

Y es que, según diversos estudios, los jóvenes tienen en España unas actitudes negativas hacia el consumo de alcohol, es decir, manifiestan que beber en exceso es perjudicial aunque siguen haciéndolo habitualmente cuando salen con sus amigos.

"No se ha trabajado con personas con problemas de alcoholismo, sino jóvenes que beben en exceso de manera ocasional, localizado principalmente en los fines de semana", han comentado los expertos. En estas ocasiones, los jóvenes ingieren más de 4 o 5 bebidas con alta graduación alcohólica en unas dos o tres horas.

Y es que, este es un patrón que, según un estudio longitudinal que se acaba de realizar, se desarrolla en la adolescencia --estudiantes de tercero y cuarto de ESO-- y aumenta hasta los 19 o 20 años habitualmente, momento en que los episodios de beber en exceso los fines de semana comienzan a decaer y llegan a convertirse en excepcionales.

Los resultados de esta investigación pueden tener importantes aplicaciones prácticas, ya que modificar el tiempo verbal de un mensaje puede ser una estrategia sencilla a la hora de diseñar mensajes persuasivos para campañas de salud.