MADRID. Así se ha pronunciado el abogado del Estado Manuel Rivero al exponer sus conclusiones en la vista ante la Sala del 61 del Tribunal Supremo de las demandas contra Sortu, en la que ha negado que la ponencia Zutik Euskal Herria de la que surgió la nueva formación abertzale contenga una "crítica" del terrorismo de ETA, ya que se limita a "ignorar" la cuestión de la violencia.

La diferencia respecto a ocasiones anteriores, ha añadido, es que dada su debilidad ETA no está ahora en condiciones de imponer su postura -explicitada en la ponencia Mugarri, que apostaba por un nuevo ciclo de violencia para forzar al Estado a negociar-, pero sigue marcando ciertos límites "que no se pueden traspasar y Sortu no los traspasa", en referencia a la condena del terrorismo.

Rivero ha dicho también que la pretendida ruptura entre el sector armado y el político de la que, según la izquierda abertzale, ha nacido Sortu "no es creíble", porque, a diferencia de lo ocurrido cuando los "poli-milis" abandonaron ETA o cuando surgieron Euskadiko Ezkerra o Aralar, "no ha habido ni una sola escisión, ni una sola voz en contra".

"Sortu es la enésima manifestación del complejo ETA-Batasuna, hay una sucesión y estamos ante el mismo fenómeno por enésima vez", ha dicho Rivero, que ha subrayado que la amenaza de expulsión a quienes apoyen el terrorismo que contienen los estatutos de la nueva formación "contrasta con la ausencia de debate" sobre esta cuestión entre sus miembros.