El Baskonia se halla en mitad de una eliminatoria continental ante el Real Madrid que se ha puesto francamente cuesta arriba tras haber perdido los dos primeros asaltos en el WiZink Center y, además, arrastra una fatiga considerable en los últimos tiempos.

Sin embargo, el ajetreado calendario continúa sin darle respiro alguno y esta noche retoma la acción a partir de las 20.45 horas en la ACB con un partido trascendental en la pista del colista.

Tras ver cómo su firme aspiración de retrasar el encuentro al domingo no podía hacerse realidad ante la negativa de su rival, al Baskonia no le queda otro remedio que hacer un ejercicio de abstracción, aparcar por unas horas el sueño de la complicada remontada continental ante el Real Madrid y dar la réplica al Zunder Palencia a base de oficio.

Pese al lógico agotamiento físico y mental que arrastra la corta plantilla vitoriana, tan solo vale la victoria en una jornada que, a priori, puede resultar propicia para los intereses azulgranas. Y es que, si se combina su victoria en tierras palentinas y la derrota del Manresa ante un Valencia Basket al alza este domingo en el Nou Congost, el Baskonia retornará varias jornadas después a la anhelada octava posición que le daría derecho a disputar el play off por el título.

Este objetivo se encuentra seriamente en entredicho tras la irregular trayectoria azulgrana en el frente doméstico, donde se han pagado los titánicos esfuerzos efectuados en la Euroliga.

El Baskonia necesita ganar de forma imperiosa sus tres próximos compromisos ligueros ante el Palencia, Girona y Murcia para disponer de un pequeño colchón de seguridad antes de la última jornada en la que visita a un Real Madrid inmerso en la pelea por el liderato con el Unicaja. 

Al Manresa, su gran rival por la octava plaza en la ACB, le quedan dos salidas a Zaragoza y Tenerife, además de recibir en el Nou Congost al Bilbao Basket. En caso de igualdad de victorias entre ambos, cabe recordar que los de Dusko Ivanovic quedarían por delante al tener el basket average ganado. 

UN RIVAL SENTENCIADO

Siendo cierto que el Baskonia afronta el duelo en unas precarias condiciones físicas –para más inri, Theodore no se vestirá de corto al estar dado de baja en el torneo doméstico–, el Palencia se antoja como un rival propicio para meter presión al Manresa. 

No en vano, el equipo de Luis Guil está a punto de certificar su marcha a la LEB Oro ya que encadena seis derrotas consecutivas ante Zaragoza, Real Madrid, Tenerife, Breogán, Murcia y Granada. Precisamente su última derrota en casa ante los nazaríes por 83-91 le ha condenado definitivamente a un descenso que ya puede ser matemático esta jornada.

Con una plantilla muy justa de calidad en la que el baskonista Ousmane Ndiaye no ha podido jugar todo lo que quisiera por culpa de las lesiones y reforzada sobre la marcha con piezas expertas como Conner Frankamp, relevo en el timón de Brandon Brown, el Palencia se ha mostrado como un grupo poco competitivo

El cambio de entrenador con la apuesta por Luis Guil en lugar de Marco Justo tampoco ha proporcionado los frutos esperados pese a que dos victorias en casa ante el Gran Canaria y el Andorra permitieron atisbar un rayo de luz en pos de la salvación.

Por lo tanto, el Baskonia dispone de una buena oportunidad para lograr una victoria fundamental. Incluso jugadores de la segunda unidad podrían contar con una buena ración de minutos para reivindicarse en una jornada donde, eso sí, las confianzas deben desterrarse.