Las limitaciones del Baskonia, que ha acudido al mercado con pies de plomo cada vez que ha tenido que reforzar su corta plantilla esta temporada para evitar desperdiciar recursos, contrasta con la flexibilidad de su rival de mañana, el Valencia Basket. Si bien el conjunto taronja no está entre los grandes transatlánticos de la Euroliga, el proyecto de Juan Roig ha hecho gala de un importante músculo financiero esta campaña tanto en la confección inicial de la plantilla como en las piezas que ha ido incorporando a lo largo de la campaña.

Todo ello con el objetivo de alcanzar el play off europeo y asegurarse la presencia en el torneo continental una temporada más sin depender de las arbitrarias invitaciones de la organización. Pues bien, toda la inversión, como ya sucedió el curso pasado y pese a los cambios en la dirección deportiva con la llegada de Luis Arbalejo, ha vuelto a caer en saco roto, ya que la punzante derrota del pasado jueves por 69-98 en casa frente al Asvel dejó al cuadro valenciano sin opciones siquiera de play in y, además, supuso la última estocada para el proyecto con la destitución del entrenador Álex Mumbrú.

Con esta importante crisis deportiva recibirá a los azulgranas el conjunto taronja, que ha asignado al hasta ahora asistente de Mumbrú, Xavier Albert, la tarea de intentar salvar la temporada haciendo un buen papel en la ACB, donde también puede complicarse su presencia en el play off si cae derrotado ante el Baskonia.

Es evidente que las cosas no le han salido a Mumbrú como le habría gustado después de la buena labor que realizó en el Bilbao Basket y el técnico catalán seguro que tiene distintas explicaciones para ello, pero si hay algo de lo que no puede quejarse es de la falta de recursos y piezas a su disposición.

Y es que la imponente plantilla del cuadro valenciano cuenta en la actualidad con hasta 16 jugadores de primer nivel, más de tres por posición, además del canterano Lucas Marí. A ello hay que añadirle la participación de otros dos jugadores que dejaron el equipo con la temporada empezada como Martin Hermannsson, actualmente base titular del Alba Berlín, o Guillem Ferrando, cedido en el Movistar Estudiantes.

Flexibilidad en el mercado

Es cierto que ha tenido algunos problemas con las lesiones, algo habitual teniendo en cuenta el ritmo de competición de los clubes de Euroliga, pero, al contrario de un Baskonia al que en ocasiones no le ha quedado más remedio que realizar convocatorias de diez e incluso nueve jugadores, el Valencia Basket se ha repuesto a esos inconvenientes acudiendo al mercado con rapidez.

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El último ejemplo de ello ha sido la contratación del pívot francés Alpha Kaba, que ha llegado esta semana procedente de los Jiangsu Dragons de la liga china y podría debutar contra el Baskonia. Su fichaje se debe a la lesión en la espalda que arrastra Boubacar Touré y que le impedirá posiblemente participar en lo que resta de temporada.

Anteriormente, la entidad fichó a Justin Anderson, para cubrir los problemas físicos de Ojeleye y Claver, además de un base de renombre como Kevin Pangos para reforzar la dirección. Por lo tanto, el Valencia Basket cuenta con Jones, Pangos y Jovic como bases; Harper, Robertson, Puerto y Marí como escoltas; Ojeleye, López-Arostegui, Anderson y Claver como aleros; Reuvers, Pradilla e Inglis en el cuatro y Davies, Toure y Kaba como pívots. En definitiva, un fondo de armario envidiable al que, por el momento, no se le está sacando el rendimiento esperado.