El Baskonia ya es equipo de play in. Ha costado, se ha sufrido, pero el conjunto gasteiztarra consiguió con una épica victoria en cancha del Real Madrid regresar a las eliminatorias de la Euroliga cinco años después. El líder del torneo saltó a la cancha en modo apisonadora, pero los alaveses aguantaron el chaparrón, se mantuvieron con vida y aprovecharon los tramos de relajación de unos locales con nada en juego para imponerse en un apretado final gracias al talento de Howard.
Ivanovic, ante el poderío físico del Real Madrid, optó por un quinteto titular de más altura que el que utiliza habitualmente al introducir a Moneke junto a Miller-McIntyre, Kotsar, Díez y Kotsar y dejar a Howard en el banquillo. Poco duró la novedad de Moneke como titular, ya que Tavares le rompió las gafas en un intento de tapón y tuvo que ser sustituido.
Eso sí, tanto, con el nigeriano en cancha como sin él, el Real Madrid pasó por encima del Baskonia como un rodillo en los primeros minutos, recordando a la cita en la que los azulgranas se quedaron fuera de la Copa del Rey esta misma temporada. El conjunto merengue, mucho más suelto en ataque y con un Hezonja inspiradísimo, se fue distanciando hasta conseguir una significativa ventaja de 27-12 con sólo ocho minutos disputados.
Afortunadamente, la relajación local en el epílogo del primer cuarto permitió a Costello y Moneke reducir distancias (27-17) y el Baskonia llegó a colocarse a siete puntos tras un triple de Howard nada más comenzar el segundo parcial. El Real Madrid siguió jugando a una velocidad trepidante y haciendo mucho daño en transición y en el tiro exterior, pero esta vez los gasteiztarras evitaron que el partido se rompiera y fueron poco a poco entonándose.
Los alaveses mejoraron sus prestaciones defensivas, empezaron a encontrar canastas por dentro con Sedekerskis, Costello y Miller-McIntyre y llegaron a situarse a tres puntos (40-37) durante unos buenos minutos en los que jugaron con un quinteto pequeño. Respondió Campazzo y el Madrid con un parcial de 8-0, pero apareció Howard con cinco puntos para cerrar la primera parte con un 48-42 todavía remontable.
Cambio de tendencia
Al regreso de vestuarios, el Baskonia siguió apretando los dientes e intentando acercarse, algo que no fue posible durante los primeros minutos de la segunda parte a causa de las constantes pérdidas de balón azulgranas que, no obstante, el Madrid no aprovechó para hacer más sangre.
De hecho, los locales sólo lograron estirar su renta hasta el 56-47, momento en el que Ivanovic paró el partido tras una bandeja fácil de Causeur. Tras ello, el Baskonia apretó el acelerador y, gracias a dos triples de Howard en transición y a siete puntos de un Costello imperial en el rebote ofensivo, encadenó un parcial de 2-13 con el que se adelantó en el marcador por primera vez en el encuentro con el 58-60. Tavares frenó la sangría, pero Rogkavopoulos consiguió que los alaveses llegaran al cuarto decisivo por delante, aunque por la mínima (64-65).
Musa y Poirier voltearon de nuevo el marcador en un comienzo del último parcial poco esperanzador con el 73-67, pero los alaveses no se desesperaron, siguieron trabajando atrás y cargando el rebote como en el tercer cuarto. De hecho, llegó un parcial de 0-13 muy similar, comandado de nuevo por unos sobresalientes Howard y Costello, que anuló a Tavares con su trabajo y acierto exterior.
Final de infarto
De esta manera y a pesar de que los árbitros no señalaron un tapón ilegal claro de Tavares a Costello, el Baskonia consiguió su ventaja máxima con el 73-80 a cinco minutos del final. Parecía que los vitorianos tenían el encuentro en su mano, pero dos triples de Campazzo y Hezonja redujeron la distancia a un sólo punto en un pestañeo (81-82, min. 37).
Fue entonces cuando se notó cuál era el equipo que más se estaba jugando. Los rebotes divididos cayeron del lado de un Baskonia más agresivo, que durante los dos últimos minutos se encomendó en ataque a las acciones individuales de Howard. El escolta estuvo excelso, acudió constantemente a la personal, forzó la quinta falta de Tavares y desesperó a Hezonja, incapaz de defenderlo.
Anotó los últimos nueve puntos de su equipo y salvó un balón decisivo cuando Tadas, a 12 segundos del final y con 91-93 en el marcador, estuvo a punto de regalar al Madrid la pelota en un saque de banda al no entenderse con Costello y Moneke. La suerte sonrió a los alaveses, que ya saborean el dulce sabor de la victoria y del objetivo cumplido.