La empresa Imegar de Laudio quiso el martes dar de forma pública su versión ante las movilizaciones convocadas por la organización sindical LAB, como consecuencia del despido de dos trabajadores (uno de ellos delegado sindical) afiliados a dicha central, en el último mes.

En concreto, desde Imegar subrayan que la decisión adoptada por la empresa nada tiene que ver con el ejercicio de la acción sindical por parte de ninguna persona, sino que es consecuencia del final de un “expediente sancionador abierto al delegado de personal, en cuya tramitación ninguna de las personas a las que se dio traslado del mismo (la persona afectada, el resto de delegados, y el propio sindicato) hicieran alegación de ningún tipo”.

El expediente en cuestión, según explica la compañía, “se inicia como consecuencia de la divulgación en una asamblea de trabajadores de datos personales confidenciales que afectan a otro trabajador de la empresa, mediante la lectura de un documento que ni siquiera había sido solicitado a la empresa por lo que, no cabe duda, había sido obtenido de forma ilícita”.

“Reconocidos”

Asimismo, desde la empresa aseguran que tales hechos, “reconocidos en varias ocasiones por el propio trabajador, pueden ser constitutivos de un delito de revelación de secretos que, a la jurisdicción penal corresponderá enjuiciar, pero de lo que no cabe duda es que, como empresa resulta inadmisible tal vulneración de la buena fe contractual y del derecho a la intimidad de sus trabajadores en el ámbito de las relaciones laborales”, apostillan.