uplente más longevo de las monarquías planetarias: Menuda ilusión tuvo que provocarle que por fin le dejaran hacer algo de fuste. Fue allá por 1963 cuando su incombustible progenitora no pudo protagonizar la solemne apertura del año parlamentario porque llevaba regular el embarazo de su hermano Eduardo. Entonces usted todavía era muy joven. Pero anteayer, y gracias a que a sus 96 años, su madre anda justita para moverse, pudo quitarse el antojo. Las imágenes parecen revelar que era presa de un canguelo considerable, casi como un becario al que le dejan dar el tiempo por primera vez. Pues nada, que cunda. A ver cuándo le toca la próxima, que no es que me importe. Era solo por comentar un episodio menor. Que me perdonen los lectores. l