ontrariado as del tenis: Es verdad que sus numeritos no sorprenden, pero se me escapa por qué se juega su prestigio montando un cirio a escala mundial por una cabezonada en la que no le asiste medio gramo de razón. Sin vacuna no debió intentar siquiera ir a Australia. La norma era bastante clara. Que pretendiera saltársela inventando una justificación médica lo retrata como un tramposo. Sobre sus largadas apocalípticas -"¡Dios lo ve todo! Mi bendición es espiritual y la de ellos es material"-, mejor ni las comento. Me quedo con lo que ha dicho Rafa Nadal. Puro sentido común: "Lo único claro es que si te has vacunado, puedes jugar el Open de Australia y en cualquier parte. El mundo ha sufrido ya bastante como para no seguir las reglas".