Ana Obregón siempre había sido sinónimo de alegría y positivismo, sin embargo, todo cambió para ella el 13 de mayo de 2020, día en el que su hijo Aless falleció a consecuencia de un cáncer.
Desde entonces, la presentadora y actriz no ha vuelto a ser la misma, aunque intenta sobrellevarlo lo mejor que puede y lucha cada día para encontrarse mejor.
Ana ha buscado y encontrado refugio desde la muerte de su hijo, su familia y sus amigos han sido un pilar fundamental, aunque también ha encontrado refugio en otras cosas como, por ejemplo, en un libro.
LA HISTORIA EN LA QUE ANA ENCONTRÓ REFUGIO
Ana Obregón encontró uno de sus mejores refugios en 'Paula', un libro de la escritora chilena Isabel Allende, que relata la pérdida de una hija, por lo que la bióloga pudo sentirse identificada con el relato.
Isabel Allende tuvo que despedirse de su hija a los 28 años, ya que la joven murió víctima de una enfermedad rara, conocida como porfiria, que la tuvo un año en coma.
La escritora contó en el programa 'Al rincón' de Antena 3 que aquel tiempo fue "largo y muy doloroso", los días eran todos iguales y la chilena no sabía si su hija sentía o no en el estado en el que se encontraba.
"Yo imaginaba que ella sentía, pero no sé si sentía o si podía oír", contaba la escritora.
Debido a lo duro de la situación, Allende decidió volcar sus sentimientos de la manera que mejor sabe, escribiendo una serie de notas en cuadernos.
"Yo creí que Paula iba a despertar del coma y me habían dicho que la gente que ha pasado por un coma pierde la memoria y que se sienten muy confundidos. Entonces, para recordarle quién era ella y de dónde venía, le contaba de la familia, del pasado, de Chile... de todo aquello que ella podría haber olvidado", sin embargo, la vida de la joven se apagaba el 6 de diciembre de 1992 en California.
Isabel se refugió una vez más en la escritura, y su madre le devolvió las 180 cartas que le había escrito durante el tiempo que Paula había estado en el hospital: "Léelas, para que veas que la única salida de Paula era la muerte, no tenía otra forma de salir de esto", le dijo, un consejo que la novelista no dejó pasar y pronto se puso a dar forma a su nuevo libro, que le sirvió para enfrentar la pérdida de su hija, como para revivir momentos con su hija.
"Durante un año fui escribiendo el libro y ordenando, en mi cabeza y en mi corazón, lo que había pasado. Y al ordenarlo, Paula fue resurgiendo viva. Yo la recordaba solo en coma o muerta y se me fue apareciendo viva desde chiquita. Los 28 años que vivió, la recuperé".
Sin embargo, lo que Isabel Allende no esperaba, era que 18 años después sus palabras ayudarían a otra madre en su misma situación.
Ana Obregón recibió el libro en el momento que más lo necesitaba, tras la muerte de su hijo Aless.
Unas páginas que se convirtieron en un apoyo para ella: "El libro de Isabel Allende a su hija Paula, que perdió", escribe Ana junto a una fotografía de la portada.