Era uno de los concursantes más talentosos de Operación Triunfo 2017, la edición en la que el concurso volvió a renacer en TVE y en la que se impuso Amaia Romero, pero se quedó fuera de la final en una decisión que muchos espectadores no entendieron. Ahora se ha tomado la revancha y su vozarrón y su capacidad para imitar le acaban de convertir en el ganador de Tu cara me suena 9, por delante de las también cantantes Nia y de María Peláe.
Con una carrera musical que no acaba de despegar, pero en la que no se rinde y sigue publicando canciones, el canario se ha sincerado en su primera entrevista tras su triunfo en el concurso de Antena 3. De entre las confidencias que ha revelado al portal El Televisero destacan sus recuerdos de Operación Triunfo, no especialmente positivos. Tanto es así que forman parte de una nebulosa de su vida que tiene casi olvidada.
"De Operación Triunfo Fue tan caótico y frenético todo que hay muchos momentos que yo miro y pienso '¿esto ha sucedido en realidad o me lo he inventado?'. A veces veo vídeos y no recuerdo haber hecho eso. También era un niño, que acababa de salir de casa. Y la vida en aquel momento fue muy loca para bien y para mal. Me ocurrió todo lo bueno que me podía ocurrir y todo lo malo junto en esos dos años" , explica, aunque admite que todo aquello le sirvió para aprender y para madurar.
También ha reconocido que es una persona "muy reservada" y que aquella locura mediática que vivió tras salir de la Academia barcelonesa fue difícil de asimilar para él. Al igual que plantarse ahora en un programa de televisión para imitar ante millones de personas "La exposición me impone mucho. Hay gente a la que le encanta un foco y ponerse delante de una cámara. Yo lo paso fatal. Cuando tengo que pasar por un photocall respiro fuerte y digo 'venga'. Y sí necesité mucho ir al psicólogo para que me ayudara con el miedo porque además yo notaba como que el miedo iba in crescendo. Había alguna gala en la que me sentía mareado incluso hasta el punto de desmayarme".
Agoney, que rechaza que haya competitividad entre los concursantes de su edición de OT, como aseguró Ana Guerra, vivió tras ganar Tu cara me suena otro momento especial. Fue su novio, Marc Montoja, bailarín del programa, quien le entregó el trofeo de ganador mientras se daban un beso, desvelando así su relación en público. "Fue lo más natural del mundo. Tienes a tu pareja delante, que va a recibirte con un ramo de flores, ¿qué vas a hacer, darle un abrazo? Pues no, haces lo que te sale y a celebrar y celebrar el amor. ¡Qué viva el amor y haya más besos y menos tonterías!", reclama, afirmando que cree que la homofobia poco a poco va desapareciendo de la televisión, aunque aún recibe algunos mensajes desagradables que no está "dispuesto a tolerar".