Las tiendas de chuches son el lugar sagrado de los más pequeños. Su tesoro: las gominolas, un alimento que gusta a los niños, a los adolescentes y hasta los más mayores. Esto se debe a su rico sabor, pero ¿sabemos exactamente de qué están hechas las gominolas?
Las 'chuches' no son el alimento más sano que existe. Sin embargo, hay muchas leyendas sobre sus componentes que no son verdaderas. El mito más popular es el tema del petróleo.
Hay una falsa leyenda que dice que uno de los principales componentes es el petróleo. Sin embargo, Miguel Ángel Lurueña, especialista en ciencia alimentaria, ha revelado que el mito es falso y que las gominolas no tienen petróleo.
"El petróleo no es un alimento, ni se emplea como ingrediente para la elaboración de alimentos. Ninguna legislación alimentaria lo recoge como tal".
Las gominolas únicamente están compuestas de tres ingredientes: agua, azúcar y una minúscula cantidad de aditivos. El azúcar es el ingrediente principal del alimento, ya que supone el 95% de su peso.
Huesos, cartílagos, articulaciones y pezuñas
El aditivo más popular de las 'chuches' es la gelatina de origen animal. Este ingrediente hace que no sean un alimento que las personas vegetarianas o veganas puedan consumir.
La Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) explica que esta gelatina se obtiene a través de la ebullición prolongada de "huesos, cartílagos, articulaciones, pezuñas y pieles de cerdo, cabezas de pescado, cuernos y pezuñas de ganado: básicamente, todos los despojos de la industria cárnica".
Sin embargo, esto no hace que el ingrediente sea negativo para las personas que no llevan una dieta vegana. Desde el periódico El Confidencial avisan que la gelatina de origen animal es una buena fuente proteica porque contiene doce aminoácidos esenciales.
En 1998, un estudio patrocinado por la empresa Nabisco explicaba que esta gelatina podía ser beneficiosa para las personas que sufren artritis reumatoide y otras enfermedades causadas por un deterioro del cartílago articular.
A pesar de la buena fama que tienen las gominolas en los niños pequeños, esta comida no es sana a largo plazo. Además de los veganos y los vegetarianos, los diabéticos, los intolerantes a la lactosa y los celíacos no deben comerlas por sus ingredientes.