BILBAO. Un equipo de expertos de Harvard ha conseguido introducir píxeles de dos imágenes distintas en el genoma de bacterias de la especie Escherichia coli.
Los investigadores han demostrado cómo trasladar datos a nucleótidos de ADN, quedando integrados en el genoma de las bacterias.
Posteriormente, recuperan las imágenes con un 90 % de su resolución original. Esto supone que un ser vivo podría llegar a almacenar información.