madrid - Rafa Lomana tiene una cita hoy con los espectadores del nuevo canal de Mediaset Be Mad, ya que estrena Be the best a las 22.30 horas. En este espacio mostrará el esfuerzo, la dedicación, el compromiso y la entrega de deportistas de alto nivel en sus respectivas disciplinas. También se inmiscuirá en sus vidas para enseñar, a través de las cámaras, cómo son y cómo viven los deportistas de elite mientras se preparan para competiciones muy importantes. Hoy entrenará y vivirá una experiencia única con el piragüista y campeón olímpico Saúl Craviotto. Pero Lomana también pondrá al límite su esfuerzo físico con Ona Carbonell, capitana del equipo olímpico español de natación sincronizada; Nicolás González, la gran promesa del boxeo; el judoka Sugoi Uriarte; la kitesurfista Gisela Pulido; Jaime Nava, capitán de la selección española de rugby y el lanzador de peso y campeón paralímpico, David Casinos, entre otros.

“Los espectadores ven el brillo de cuando suben al pódium o ven el esfuerzo que hacen para llegar a una meta. Pero yo quiero mostrar su día a día: cómo son, cómo entrenan, cómo es su vida en familia o cómo se divierten. Es lo que queremos hacer en Be the best, intentamos mostrar un programa de verdad, sin imposturas, sin nada que no sea auténtico. No hay extras, no hay dobles, son ellos y su propio esfuerzo”, señala Rafa Lomana.

Según Lomana, lo que vende Be the best es un programa de “esfuerzo, sudor y hasta lágrimas. Soy el presentador, el conductor y la víctima de lo que van a ver los espectadores a partir de mañana”, confiesa. Señala que es víctima de estos deportistas porque “mi reto y compromiso es ir a su terreno y probar de su medicina”. Está muy satisfecho de los resultados, “se va a mostrar la realidad sin trampa y sin cartón. Cuando me preguntan si ha sido duro, yo siempre contesto que es un término que no me gusta, duras son otras cosas en la vida. Be the best ha sido una experiencia compleja. Estos deportistas son máquinas perfectas de ejecución. Son muy especialistas en lo que ellos hacen”, añade que está contento tras haber superado todos estos retos con 51 años.

“Voy donde uno de ellos, vivo y entreno con ellos y luego voy donde el siguiente deportista que nada tiene que ver con el anterior. Ha sido una experiencia multidisciplinar increíble, he aprendido mucho y me ha gustado ver que a mi edad sigo pudiendo hacer cosas que requieren un gran esfuerzo físico”, comenta Lomana.

tensa relación El presentador es hermano de Carmen Lomana con la que mantiene unas tensas relaciones a través de los medios de comunicación, ya que a nivel personal no existe trato: “Es una individua a la que la tengo total y absolutamente olvidada. Es como si ahora mismo me preguntara usted por una astronauta o por un aborigen de Papúa Nueva Guinea”, responde cuando se le hace una alusión a ella.

Prefiere seguir hablando de su trayectoria, proyectos y experiencias. Sigue trabajando en el mundo del esquí, es pister en Sierra Nevada. Trabajando en estas pistas conoció a Jesús Calleja y con él ha trabajado en varios programas: Desafío extremo; Desafío vertical y Desafío en el abismo.

En 2014 puso también en práctica su capacidad de resistencia en Supervivientes: “La verdad es que piensas que estás preparado para todo lo que te echen, pero llegas allí y te encuentras con el hambre, los mosquitos y otras pruebas que son difíciles de digerir. Pero es un programa que te hace poner los pies en la tierra”, señala Lomana.