RENAULT podría lanzarse a vender la versión Sport Tourer del Talismán a la voz de al fondo hay sitio. La versión familiar de la gran berlina del rombo, que en otros mercados europeos es comercializada bajo la denominación Estate, se distingue de la silueta sedan estrenada el año pasado por contar con un versátil maletero a popa. El techo alargado hasta la zaga apenas aumenta la envergadura del modelo, pero procura un hueco de carga que, dependiendo de la configuración de asientos elegida, brinda entre 492 y casi 1.700 litros. Es, por tanto, la variante formal idónea para personas proclives a viajar en grupo o que, por ocio o trabajo, acostumbran a desplazarse con muchos bártulos. El Sport Tourer copia la oferta motriz del envase inicial, integrada por tres unidades dCi (110, 130 y 160 CV) y dos de gasolina (150 y 200 CV); también las mismas puestas en escena. El precio aumenta en 1.400 euros, por lo que la horquilla económica oficial de esta versión más capaz discurre de 25.400 a 36.600 euros.
El formato grande del Talismán no lo es tanto. Añade apenas 18 milímetros, los que necesita el voladizo posterior para encajar el diseño de la retaguardia, portón incluido. La eslora, por tanto, continúa por debajo de los cinco metros (4,86 exactamente). La distancia entre ejes es idéntica (2,81 metros), así que la sensación de amplitud a bordo del Sport Tourer es simplemente eso, una impresión provocada por el desahogo que confiere el retraso del parabrisas trasero.
Esta variante cumple también otra de las tradiciones de los formatos familiares y, a pesar de las apariencias, es menos capaz que la de tres cuerpos. El capó propiamente dicho del recién llegado ofrece 492 litros (más los 80 adicionales del cofre bajo el piso); es un volumen muy respetable, pero se queda a 23 litros del que procura el maletero independiente del sedan hermano. La gran ventaja del familiar es, claro está, la funcionalidad. La posibilidad de retirar la cortina horizontal que cubre el portaequipajes y aprovechar el hueco hasta el techo aumenta mucho su capacidad. De igual forma, existe la opción de abatir y desplazar las plazas traseras, con lo que el habitáculo se transforma en un almacén con dos asientos y casi 1.700 litros de cabida. Lo cierra un portón que ofrece apertura eléctrica a la carta y por proximidad. Otra cualidad nada desdeñable en el haber del Sport Tourer es la mayor amplitud de sus plazas posteriores, que conceden más altura hasta el techo y más sitio para las piernas (5 y 3 centímetros, respectivamente).
Hasta aquí llegan las diferencias entre este formato y el inicial. Más allá de las preferencias estéticas o de las posibilidades de utilización de uno y otro envase, ambos reproducen el mismo coche. De hecho, una vez enfrascados en la conducción, nada en el comportamiento dinámico permite establecer diferencias entre los envoltorios del Talismán. La mayor corpulencia del recién llegado no compromete las impecables reacciones del vehículo. Estas rozan la perfección en las variantes mejor pertrechadas y, como es obvio, más costosas. Son las que van provistas de sistema 4Control (eje trasero direccional) y sistema Multisense (permite programar parámetros como la respuesta la dirección, el acelerador, la amortiguación y la transmisión).