BRUSELAS. El Ejecutivo comunitario ha abierto además una nueva investigación formal sobre el comportamiento de Google en lo que se refiere a su sistema operativo para móviles, Android. El examen de Bruselas se concentrará en determinar si Google ha vulnerado las normas de la UE obstaculizando el desarrollo y el acceso al mercado de sistemas de explotación, aplicaciones y servicios para dispositivos móviles inteligentes rivales de Android.
El envío de un pliego de cargos supone que el Ejecutivo comunitario da un paso más hacia la imposición de una fuerte multa a Google, que podría llegar al 10% de su volumen de negocios. Además, Bruselas podría obligar a la compañía a hacer cambios estructurales en su buscador para poner fin al abuso de posición dominante. La cuota de mercado de Google supera el 90% en la mayor parte de países del espacio económico europeo.
La decisión de la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, corrige además la vía de actuación que había seguido su antecesor, el español Joaquín Almunia. Almunia abrió la primera investigación contra Google en 2010 e intentó hasta en tres ocasiones una solución negociada, eludiendo el envío de un pliego de cargos. Pero las concesiones ofrecidas por el gigante estadounidense fueron rechazadas por insuficientes por sus rivales y por países como Alemania o Francia.
"En el caso de Google, creo que la compañía podría haber dado una ventaja indebida a su propio servicio de comparación de precios, vulnerando las reglas antimonopolio de la UE", ha explicado Vestager. "Google tiene ahora la oportunidad de convencer a la Comisión de lo contrario. No obstante, si la investigación confirma nuestras preocupaciones, Google tendrá que hacer frente a las consecuencias legales y cambiar la manera en que hace negocios en Europa", ha resaltado.
Bruselas denuncia que Google reserva sistemáticamente un tratamiento favorable a su comparador de precios en sus páginas de resultados de búsquedas generales, por ejemplo mostrando Google Shopping de forma más prominente en la pantalla. Así podría estar desviando artificialmente tráfico desde servicios de comparación de precios rivales y obstaculizando su capacidad de competir en el mercado, según el análisis de la Comisión.
El Ejecutivo comunitario cree que de esta forma los usuarios no ven necesariamente los resultados más relevantes en respuesta a sus búsquedas, lo que perjudica a los consumidores y frena la innovación. La opinión preliminar de Bruselas es que para corregir esta conducta, Google debería tratar su propio servicio de comparación de precios y el de sus rivales de la misma forma. A juicio de Vestager, las medidas correctivas ofrecidas por la compañía hasta ahora son insuficientes para resolver el problema.
Almunia había identificado un total de cuatro puntos de preocupación por lo que se refiere a la actuación de Google. El pliego de cargos enviado se refiere únicamente al primero de ellos y la Comisión ha aclarado que no descarta ampliarlo para cubrir otros servicios de búsqueda especializados. También continuará investigando los otros tres puntos: copia de contenidos web rivales, publicidad exclusiva y restricciones indebidas a los anunciantes.