EL jueves comenzó el Año de la Cabra en el calendario chino. Si el mundo del automóvil siguiera las costumbres de la cultura oriental y recurriese a la simbología para dar nombre a cada año, este sería el del rombo. Ninguna figura resulta más representativa de lo que 2015 deparará que la que identifica a Renault, marca que procurará cuatro de las novedades más trascendentales de la temporada. La casa francesa acaba de desvelar el Kadjar, un crossover de talla media que pisará la calle inmediatamente después del estreno en mayo de la última mutación del Espace. Renault deja para la recta final del curso los revolucionarios estrenos de los sucesores de Laguna y Mégane. ¿Quién da más?
La marca del rombo se ha vuelto a poner las pilas y pisa el acelerador. Prepara una avalancha de novedades que ha tenido su prólogo hace unos días con el anuncio del Kadjar. Es un crossover presentado por la propia familia como ‘el hermano mayor’ del Captur, parentesco que corroboran las primeras imágenes oficiales difundidas. La marca las anticipa para alimentar las expectativas del público, tal y como hizo meses atrás con el ya inminente Espace. No obstante, el estreno del SUV se demorará hasta las puertas del verano, posiblemente al comenzar julio.
El Kadjar -pronúnciese la j como y para no desairar a sus creadores- reproduce a escala algo mayor casi todos los rasgos del Captur. Esa agraciada fisonomía, responsable directa del éxito comercial del compacto ‘made in Valladolid’, conserva el encanto pese al aumento de talla. Su carrocería de cinco puertas alcanza 4,45 metros de eslora, 1,84 de manga y 1,60 de alzada. Son proporciones similares a las de su primo el Nissan Qashqai, con el que comparte plataforma y al que intentará desbancar del liderato del mercado. En esa misión gozará de más posibilidades de éxito de las que ha tenido el Koleos, un Renault/Samsung que nunca ha conectado demasiado con el público.
La del Kadjar es otra historia. Además de un envoltorio bastante sugerente, este candidato ofertará una cabina aparentemente desahogada, apta para cinco ocupantes; al igual en el Qashqai, no programa de momento versión con siete plazas. Los 472 litros de su maletero están a la altura de lo que ofrece la competencia. Las fotos oficiales muestran un salpicadero muy del estilo de la firma, en el que el cuadro de relojes que se vislumbra a través del volante incorpora una original visera. La consola central encastra una gran pantalla táctil para facilitar el control de las constantes vitales del vehículo y la conectividad.
La apariencia del Kadjar no dilucida si se trata de un crossover con querencia urbana, como el Captur, o si es más ambicioso y se presta a realizar incursiones fuera del pavimento. Los ángulos de ataque y salida no son los más propicios para lanzarse a la aventura, pero la protección de los bajos y los 19 centímetros de distancia libre al suelo que ostenta sí se corresponden con el retrato robot de un 4x4. De hecho, Renault va a proponer una variante del modelo provista de tracción integral; equipa uno de esos sistemas ‘inteligentes’ que se conectan sin intervención humana en cuanto el suelo de pone delicado. Por la descripción -ofrece tres modos de conducción- se diría que proviene de la sinergia con Nissan. El modelo contará también con variantes de tracción delantera, provistas de un control de tracción con función Extended Grip; este sistema, empleado en el Scenic XMod, mejora la capacidad de avance en superficies con baja adherencia.