MADRID - La actriz alemana Sibel Kekilli, la misteriosa Shae de Juego de Tronos, se muestra tan enigmática como en la serie sobre la proyección de un personaje al que lleva dando vida cuatro temporadas, un rodaje "cada vez más secreto" para una ficción que define "como un terremoto, nunca se está a salvo". "No se puede hablar del argumento, habrá que esperar, si comento algo los de HBO me matan", aseguró entre risas.

Y lo cierto es que no se trataría de una frase hecha en lo tocante a su personaje, ya que la serie basada en la saga literaria Canción de hielo y fuego, del estadounidense George R.R. Martin, se caracteriza por acabar de un episodio para otro con algunos de los líderes de los Siete Reinos que luchan por el Trono de Hierro en esta ficción fantástica de corte medieval. "No todo está en las novelas", dijo la actriz cuando se le recordó que los aficionados pueden leer la saga literaria para avanzar en la trama y aseguró: "El propio R.R. Martin me dijo que mi Shae es mejor que la suya".

Por tanto no ha necesitado leer los libros para componer a la enigmática amante de Tyrion Lannister (Peter Dinklage), aunque explica que ella ha ideado su propia "historia vital del personaje, partiendo de un detalle que confiesa al final de la tercera temporada, al decir que dejó de ser niña cuando tenía 9 años". No le gusta identificar la serie con los temas del sexo o la violencia, como tampoco quiere hablar de sus inicios como actriz de películas pornográficas. "No voy a hablar del pasado", zanjó cuando se le preguntó si había superado completamente la polémica surgida cuando, tras el éxito de Contra la pared, que conquistó el Oso de Oro en el Festival de Berlín en 2004, la prensa alemana informó de sus anteriores cintas porno, lo que le causó problemas con su familia, de origen turco.

Volviendo a Juego de Tronos, añadió que las claves del creciente éxito, con la cuarta temporada en marcha (Canal+) y la quinta en preparación, están precisamente en haber llevado el universo medieval de R.R. Martin a la televisión. "A pesar de que hay sagas que han funcionado en cine, como las de Harry Potter, la televisión ha permitido explotar con brillantez todos los recursos de las novelas de Juego de Tronos", apuntó. Y añadió que la serie de HBO "ha cambiado el mundo de la televisión", también en el sentido de que "muchos actores llegan desde el cine gracias a esta serie", como le ocurrió a ella misma. Reconoció también que los medios empleados están fuera de todas las medias: "No es un rodaje al uso, por ejemplo yo cuento con un instructor de interpretación y otro para diálogos en inglés en el plató". Tampoco es infrecuente que coja un vuelo a Londres solo para probarse un vestido o un peinado, aunque en su caso la vestimenta es "muy ligera y vaporosa, sin corazas ni elementos metálicos". Sí explicó que en ocasiones pasa "algo de frío", sobre todo en los rodajes en los estudios Titanic de Belfast, base de una producción que también ha visitado Croacia, Marruecos, Malta y Estados Unidos. Y para la quinta temporada se siguen buscando localizaciones en Andalucía.

La serie ha sido renovada por la cadena de cable HBO dos temporadas más. Los 6,6 millones de espectadores de audiencia logrados en el estreno de la cuarta temporada suponen la mejor cifra para HBO desde el final de Los Soprano. "Es un fenómeno sin parangón", dijo en un comunicado Michael Lombardo, presidente de programación de la cadena.