BILBAO. Fiat puso el Punto y aparte en el mercado del automóvil en 1993 lanzado este modelo pionero entre los compactos con afán polivalente. Veinte años después, el heredero del proyecto continúa dando guerra en un campo de batalla bastante más concurrido y cruento que entonces. A lo largo de estos dos decenios, el producto ha saboreado el éxito y ha padecido el olvido del público. El Punto, que ha experimentado una coherente evolución, conserva mucha de la frescura primigenia y asume con dignidad un papel secundario en el reparto de la marca italiana. La razón de su interés radica en el equilibrio entre contenido y precio que ofrece: el Plan PIVE y los descuentos de Fiat consiguen rebajar el Punto hasta los 6.900 euros.
Desplazado de la primera línea del escaparate por la incorporación de protagonistas más jóvenes, el Punto se adaptado a las circunstancias de la madurez conservando un cierto tirón comercial. Buena prueba de su aceptación popular son los 8,7 millones de clientes que atesora en cerca de setenta países. Su rol actual es el que corresponde a un curtido actor de reparto. Mantiene su predicamento en un escueto sector de público, esencialmente gracias a una agresiva política comercial que recorta la tarifa y deja manga ancha al equipamiento. Utiliza tecnología contemporánea sin sofisticaciones, plenamente vigente aunque bien amortizada, lo que permite ajustar las cuentas. Ello lo convierte en un candidato a estimar por quienes no sienten esclavos de la moda y desean disfrutar de un automóvil relativamente moderno, eficaz y asequible.
La generación actual de este compacto de cuatro metros justos, disponible en carrocerías de tres y de cinco puertas, utiliza cinco motorizaciones. Así pues, es posible solicitar un Punto animado con un propulsor diésel Multijet de 75 caballos, con mecánicas gasolina 1.2 y 1.4 (69 y 77 CV), así como por dos unidades bi-fuel (una gasolina/metano de 70 CV y otra gasolina /GLP con 77).
El catálogo plantea, asimismo, dos definiciones de acabado. La más modesta se llama Pop y va dotada de ABS con asistente de frenada de emergencia, airbags frontales, sistema start&stop (versiones gasolina) de desconexión y arranque automático de motor en las paradas, ordenador de viaje, radio CD con mp3 y mandos en el volante, elevalunas delanteros, aire acondicionado, reglajes de volante, faros y asiento de conductor, etc. La ejecución superior Easy agrega llantas de aleación de 15", airbags de cortina, antiniebla con función 'cornering', sistema Blue&Me (Bluetooth, mandos en el volante y USB), volante y selector de marchas en piel, faros oscurecidos y retrovisores eléctricos con calefacción. Se puede enriquecer con paquetes de equipamiento que añaden climatizador, sensores de lluvia y aparcamiento, espejo anti-deslumbramiento o control de velocidad.
La tarifa oficial del Punto, esa que nadie paga hoy por modelo alguno, discurre entre 10.100 y 13.500 euros. La aportación de fondos públicos del Plan PIVE y los diversos descuentos ofertados por el fabricante (bonificaciones por fidelidad, entrega de coche usado y financiación) reducen esa horquilla significativamente. En el mejor de los casos es posible adquirir una versión básica 1.2 gasolina de 69 CV, con acabado Pop y carrocería de tres puertas, por 6.900 euros. La alternativa diésel más barata, 1.3 Multijet de 75 CV con idéntico acabado y envase de cinco puertas, arranca desde 9.300 euros.