La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas podría beneficiar a más de 350.000 trabajadores vascos, alrededor de la mitad de los asalariados vascos del sector privado, según los datos que maneja el Consejo vasco de Relaciones Laborales (CRL) y que hizo públicos en la presentación del informe ‘Situación Económica y Relaciones Laborales en la CAPV 2024’.
El documento recoge que el año 2024 marcó un hito en la negociación colectiva en Euskadi, al cerrarse el año con el 67,7% de la población trabajadora con sus convenios actualizados, lo que supone casi cuatro puntos (3,9%) más que el año precedente y el porcentaje más alto desde la entrada en vigor de la reforma laboral de 2012. Por otra parte, al cierre de mayo, la población asalariada con sus convenios actualizados se situaba en el 54,3%, lo que hace prever que al cierre de este año el porcentaje se sitúe en baremos similares. “Se trata de datos razonablemente positivos, que arrastran la dinámica de los dos años anteriores”, señaló Emilia Málaga Pérez, presidenta del Consejo.
Los cálculos del CRL estiman que la rebaja del tiempo semanal de trabajo de 40 a 37,5 horas afectaría a 133 convenios sectoriales y 351 de empresa que están actualmente en vigor o prorrogados en la CAV, lo que engloba a 281.828 personas cubiertas por esos pactos, y cuya jornada se reduciría en un 2,4%, al pasar de una media de 1.754 horas anuales a un cómputo de 1.712. A este colectivo habría que añadir los 29.000 trabajadores con convenios decaídos y otro 7% que, dentro de la población asalariada susceptible de establecer acuerdos de negociación colectiva, trabaja en actividades no reguladas por ningún pacto (48.302 personas). De ese volumen de casi 50.000 personas, la mayoría -28.000- son mujeres que desarrollan su labor en el trabajo doméstico. En total, una horquilla que se situaría entre el 46% y el 52% de los trabajadores vascos del sector privado. El sector de la hostelería, la siderometalurgia alavesa, la consultoría financiera y las ingenierías están entre los que se verían más beneficiados.
En la CAV la jornada laboral media aplicable -teniendo en cuenta los convenios vigentes y los prorrogados- es de 1.685 horas, lo que equivale a 37 horas. Actualmente, la reducción de jornada -que cuenta con el apoyo del Ministerio de Trabajo y los sindicatos- se negocia en el Congreso de los Diputados, donde cuenta con la oposición de PP, Vox y también Junts, presionado por la patronal catalana Foment del Treball para no respaldar la medida.
Respecto al balance del año 2024, el informe destaca que la negociación colectiva en la CAV incide sobre el 93% de los asalariados con contrato laboral. De ese total, el 67,7% tenía a fin de año su convenio actualizado, pero gracias sobre todo a los que ya estaban vigentes al comienzo de año, mucho más que los que se renovaron (52,3% frente a 15,4%), y debido a al fuerte impulso a la negociación colectiva registrado en los años 2022 y 2023. Además, había otro 27,7% de trabajadores con sus acuerdos en situación de prórroga, mientras que un 4,6% de los trabajadores se encontraba con sus convenios decaídos y sin cobertura. Así pues, el año pasado el incremento salarial medio pactado en los convenios vigentes fue de media del 3,35%, siendo del 3,51% en los negociados en la CAV y del 2,98% en los de ámbito estatal. Los ascensos, no obstantes, estuvieron por debajo de la subida interanual del IPC, que acabó 2024 en Euskadi con un incremento del 3,6%. según los datos del INE.
En lo que se refiere al presente año y con datos de los cinco primeros meses, la negociación colectiva “continúa en la senda del acuerdo que ha marcado los dos ejercicios precedentes”, ya que la población asalariada con sus convenios actualizados se situaba en el 54,3%, con un incremento salarial medio contemplado en los convenios vigentes al finalizar mayo del 3,13%, mientras que en los convenios registrados en lo que va de año, el incremento salarial medio se situó en el 3,22%. Aquí se incluyen las rúbricas de acuerdos que dan cobertura a más de 67.000 trabajadores, como el convenio de Hostelería de Bizkaia, con 23.000 empleados beneficiados, y el de Construcción en Araba, con más de 3.000.
En opinión de la presidenta del CRL, en el ritmo actual de la negociación colectiva, con resultados positivos al alza, “influyen más las perspectivas de crecimiento moderado de la economía que las incertidumbres internacionales”. “La cultura del diálogo, del entendimiento y del acuerdo, es mucho más fuerte de lo que algunos podrían creer, y ha sabido sobreponerse a tiempos difíciles. Es una cultura sólida y necesaria que seguiremos apoyando”, subrayó la presidenta del CRL, Emilia Málaga Pérez.
Por su parte, la conflictividad laboral descendió en 2024. De esta forma, los acuerdos logrados en los últimos años han permitido reducir el número de huelgas, al pasar de las 325 de 2023 a 260 el pasado año. En lo que respecta al primer trimestre de este año, el número de huelgas ha caído (47 frente a 100), pero sí se registran incrementos tanto en el número de participantes (25.727 y 20.022) como en el de jornadas no trabajadas (91.725 y 41.903). El 95,2% de las jornadas no trabajadas fueron por huelgas convocadas en el sector público, sobre todo en la educación no universitaria.