Nissan ha decidido ahora nadar contra la corriente de los todoterrenos descafeinados, moda a la que tanto ha contribuido su catálogo. La marca japonesa, que acaba de acoplar el eficaz sistema de tracción integral All Mode a nuevas versiones de Juke y Qashqai, reclama atención para las variantes 4x4 de sus crossover. Lo cierto es que los compradores parecen valorar más la imagen que las cualidades dinámicas de estos exitosos modelos, puesto que se decantan de forma mayoritaria por las interpretaciones dotadas de tracción delantera, no tan resolutivas ni costosas (hasta tres mil euros menos).
Hay ocasiones en las que los ilusionistas del marketing, especialistas en crear una necesidad para cada producto, dan en el clavo. A medida que se iba agotando el discurso de los vehículos todoterreno más genuinos y arcaicos, los fabricantes veían obligados a reinventarse para subsistir. Es así como surgen los actuales SUV (Sport Utility Vehicles), crossover o todocamino. Cualquiera de estas denominaciones identifica, con más o menos dosis de glamur, a las modernas y populares creaciones mestizas. Son modelos que combinan sugestivos atuendos inspirados en los coches de campo y modales propios de las berlinas cultivadas. La fórmula, comprable a la de las balas de fogueo, que alcanzan resonancia pero no dejan secuelas, constituye todo un éxito.
Durante mucho tiempo los constructores han puesto énfasis en el diseño y se han preocupado de dulcificar las reacciones de estos automóviles, que han hecho del asfalto y la ciudad su hábitat natural. En consecuencia, muchos han ido renunciando a las complicaciones técnicas y económicas de una tracción integral que cae en desuso.
Sin embargo, todavía hay un cierto número de personas que utiliza estos vehículos para lo que fueron originalmente concebidos, esto es, para desenvolverse con precisión y confort en todo tipo de escenarios: desde una pista forestal a una estación de esquí, pasando por una carretera en condiciones invernales. A ese colectivo de usuarios destina Nissan las ejecuciones 4x4 All Mode. La marca japonesa agrega a su gama nuevas variantes de los dos productos más vendidos. Su cometido es doble: atender a esta minoritaria y entendida clientela y, de paso, fomentar la demanda de versiones con tracción integral.
En el solicitado Qashqai, que desempeña la función de viga maestra del catálogo, solo el 20% de los seis mil compradores conseguidos en lo que va de año se ha decantado por una variante con cuatro ruedas motrices. La proporción en el Juke es inferior, ya que ronda el 10 % de los pedidos. El buque insignia Murano únicamente ofrece cuatro ruedas motrices, si bien su implantación comercial es escasa.