Vitoria. La presentadora, que sustituye a Jorge Javier Vázquez los viernes, comenta las dificultades de un programa que tiene una duración de cuatro horas. También explica cómo hay que intentar equilibrar las órdenes que recibe por el pinganillo y lo que está sucediendo en el plató con unos tertulianos muy dispuestos a prolongar sus minutos de "gloria". Ella no se veía en espacio del corazón, pero le ha cogido el truco y ya no sólo no siente los nervios de los primeros días, sino que se siente en su salsa.

No me pegaba nada que usted presentara un programa de corazón como "Sálvame".

A mí tampoco, estoy contigo. Pero he aprendido una barbaridad, es otro registro. ¿Tú sabes lo que son cuatro horas en directo? Hay que crear tensión, inquietud, mantener a la gente en vivo. Es un programa sin guión, súper vivo y en directo, que te dicen por la oreja hacia dónde vamos y que tú tienes que tirar de tu instinto. Es súper complicado.

¿Qué tal con los tertulianos?

Como te digo, llevas un pinganillo en la oreja y te van orientando. Cada tertuliano quiere tener su momento de gloria y se va creciendo. A veces, tienes que hacer subir ese momento y luego lo tienes que bajar. Es muy difícil, es un programa complicado. Desde fuera no se ve, pero yo te lo puedo decir. Rompo una lanza por Jorge Javier Vázquez porque no todo el mundo sabría llevarlo.

¿Usted sabe llevarlo?

No he dicho que yo lo sepa llevar. Tiene muchas complicaciones, no es lo mismo un concurso que un Sálvame que son cuatro horas en directo. Estoy aprendiendo una barbaridad. Además, me estoy poniendo al día en el mundo del corazón.

¿Cómo lo lleva?

El mundo del corazón es un culebrón impresionante, cada día salen quince personas nuevas que no sabes dónde estaban antes. Poco a poco, me voy poniendo al día y voy sabiendo quién es quién en ese mundo, qué hacen y por qué su nombre sale en un programa del corazón. Es complicado. Seguro que hay muchos presentadores de renombre que no sé si ahora mismo harían un Sálvame.

¿Paz Padilla es muy cotilla?

Creo que no, lo justo, pero como la mayoría. Lo que tiene el mundo del corazón es que todo vale y nada vale. Es una contradicción. Una noticia hoy es muy importante, pero mañana deja de tener interés y prioridad. De repente decimos: Fulanito ha sido visto con menganita. Todo el mundo se escandaliza y 24 horas después ya no sirve de nada esa noticia.

Famosos de usar y tirar…

Tanto no sé. Hay famosos a los que se les da importancia y luego no la tienen. He descubierto que hay muchas clases de famosos. Hay famosos que utilizan la prensa y que luego se sienten víctimas de esa prensa; y qué va. Realmente son ellos los que han creado el chisme. Hay famosos que no quieren saber nada de la prensa y van en serio, esos no suelen salir, se les respeta y nadie habla de ellos.

A usted no le gusta que invadan su intimidad.

Siempre puede haber un acuerdo entre el periodista del corazón y el famoso: es un acuerdo no escrito, pero que vale. Se trata de algo así como, tú habla de mí y yo luego te respondo, tú hablas más y yo me defiendo… Así se crea una historia que puede llegar hasta el infinito, cuando la historia se acaba ha pasado el momento de gloria y a otra cosa mariposa.

¿Lo cree así?

Estoy segura, a lo mejor si hablara con un famoso que ha salido mucho me diría lo contrario. Pero, rara vez, atacan a un famoso que no haya dado pie a eso.

Quién sale en la foto es porque quiere, ¿no?

Creo que sí. Yo me separé, llamaron a mí puerta, yo salí. Y les dije: "Por favor, ayudadme a superar esto y a proteger a mi niña". Lo hicieron, yo no puedo criticar a la prensa. A mí me han respetado. Otra cosa es si tú vendes y te muestras en la foto con tu hijo y vendes el bautizo, el casamiento y la separación. Lo tienes claro, no te van a respetar.

Pero cada uno puede salir en el momento que quiera.

¿Qué quieres que te diga? Si tú has vendido todo sobre tu vida, luego no te van a ayudar. Tú has jugado a crear ese morbo y ahora no lo vas a poder parar.

¿Usted no ha vendido nunca nada?

No, ni lo voy a vender. Eso lo tengo clarísimo. Lo que ocurre es que lo de vender es muy tentador.

¿Pagan bien?

Te ponen encima de la mesa tantos millones y sales desnuda en Interviú o cuenta tu vida en un programa de televisión. Es que es muy fácil ganarte la vida. Pero eso tiene sus consecuencias.

Dice que es difícil "Sálvame", ¿no le temblaban las piernas el primer día que sustituyó a Jorge Javier Vázquez?

No, porque no era consciente de donde me metía. Me preocupaba una cosa, mi imagen a nivel del mundo del corazón.

¿Tuvo dudas?

Algunas. Pero pensé que las cosas aparecen por algo y que esto era una oportunidad. Sálvame es la referencia de la cadena.

Muchos famosos se quejan del daño que hace un programa como éste.

Se puede hablar del mundo del corazón sin hacer daño gratuitamente. Se puede intentar desde Sálvame defender al famoso.

No siento que sea un programa tan caritativo.

No, no es caritativo, pero los informativos tampoco. Creo que no hago daño a nadie, así que no me da miedo. Si te digo que ahora me paro a pensar lo que es el programa, quizá me asustaría más que en un principio. Cuando salgo al plató se me hace corto, cortísimo y fíjate que son cuatro horas.

Un programa muy criticado.

Para que un programa funcione tiene que tocar ciertos temas que no todo el mundo tocaría. Eso da audiencia, en el momento que da mucha audiencia también es muy criticado.

¿Envidia?

Si tú tienes mucha audiencia estás más atacado y estás en el punto de mira de la gente. Ya quisieran muchas cadenas tener un programa así.