Uribarri cree que ya ha pasado la hora del "frikismo" en Eurovisión

"Ha llegado el momento de dejar a un lado el tachún, tachún y las puestas en escena carnavalescas", explica el histórico presentador, que ha conducido en 24 ocasiones para TVE la final del festival, y donde augura un regreso a "tiempos pretéritos, donde se llevaban la palma las baladas".

Uribarri no forma parte este año -sí lo hizo en 2009- del jurado que, al 50 % con los mensajes de los televidentes, elegirá el próximo lunes al representante español para el festival entre los diez candidatos que fueron más votados en Internet, en una gala retransmitida en directo por TVE y que él ve muy "emocionante", aunque no quiere dar nombres de favoritos.

"Veo a una mujer y un hombre con muchas posibilidades de representarnos en Oslo", añade el presentador, de 74 años, quien confía totalmente en el criterio de un jurado "muy bien elegido por Eva Cebrián (directora de Programas de TVE), que se deja la piel cada año en procurar que el proceso sea lo más ecuánime y democrático posible, a pesar de los riesgos que esto conlleva".

Riesgos como el fenómeno del "frikismo" que ha acompañado al festival en los últimos tiempos, pero del que Uribarri no ve rastro en la final del lunes, aunque sí recalca que está muy "desnivelada" en cuanto a calidad artística a favor de algunos participantes.

En esta gala se jugarán el billete para la capital noruega, en orden de los más votados: Coral Segovia (En una vida), John Cobra (Carol), Lorena (Amor mágico), Samuel y Patricia (Recuérdame), Daniel Diges (Algo pequeñito), Fran Dieli (Cuando se trata de ti), Venus (Perfecta), Anabel Conde (Sin miedos), José Galisteo (Beautiful life) y Ainhoa Cantalapiedra (Volveré).

Este grupo de artistas mostrarán su candidatura ante un jurado compuesto por el actor Manuel Bandera, la productora musical Mariola Orellana y tres periodistas de Radio Nacional de España: José María Íñigo, Toni Garrido y Pilar Tabares.

José Luis Uribarri cree que Eurovisión ha dado "un giro de 180 grados" gracias a las votaciones de este tipo de jurados "de expertos" que, como en España, se han ido extendiendo a otros países, lo que ha permitido que la calidad "prime por encima de todo", lo cual ya se hizo notar en la pasada edición y que agradece como "amante" del festival.

El veterano comentarista explica que, a nueve años de su jubilación de TVE, - "mi casa durante 43 años"-, es un "orgullo" que se le conozca todavía como "la voz de Eurovisión", pese a que recuerda que presentó otros programas, como Aplauso (1978-83), o los telediarios durante 22 años.

"La gente se olvida de todo esto, pero no de Eurovisión", apostilla Uribarri, quien señala que ha quedado como "el más veterano comentarista de Eurovisión en Europa" tras la retirada de su colega de la BBC.

Preguntado por la posibilidad de que narre el que sería su certamen número 25, Uribarri dice que sería "un honor", y que mientras tenga voz y le "funcionen las neuronas", seguirá adelante, al tiempo que recuerda que fue felicitado por su última retransmisión, el año del Chiquilicuatre, "que era dificilísima por la representación que llevábamos".

Además de los premios Ondas que jalonan su carrera, señala el "honor" de haber narrado los dos "hitos" del festival de Eurovisión, el del Chiquiicuatre y el que protagonizó la cantante Rosa, que le procuró al presentador el premio GECA a la mayor audiencia del año 2002 (12,7 millones).

Aunque esas cifras parecen difíciles de igualar, Uribarri tiene clara la pujanza de un festival que cada vez trasciende a más medios: "Si fuera directivo de TVE me frotaría las manos con las cosas que han sucedido últimamente, como que otras televisiones y programas de radio, se ocupen de Eurovisión, le hacen un gran favor".