Estas son las seis mejores ciudades del mundo para viajar en 2025Pixabay
Ya no es ningún secreto. Los portales Forbes y Euromonitor International han revelado cuáles son los destinos urbanos más top para descubrir este año. París vuelve a encabezar este listado por cuarto año consecutivo debido a su legado histórico y cultural y su compromiso con la sostenibilidad.
Otras nueve urbes del continente europeo han conseguido abrirse paso entre las veinte primeras posiciones, como prueba indiscutible de que Europa continúa arrasando entre los visitantes internacionales. Por otra parte, España refuerza su presencia en la clasificación por partida quíntuple gracias a Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Sevilla y Valencia. Toma nota de las siguientes ubicaciones para tu próximo viaje este verano:
1.París, Francia
El Arco del Triunfo, una imagen emblemática de París.
La Ciudad de la Luz saca todo su esplendor también durante el periodo estival, y es que las temperaturas cálidas (unos 25 grados de media, con olas de calor esporádicas) invitan a descubrir a pie la magia de esta capital. Algunos de los puntos que abarca el itinerario clásico son la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, el Arco de Triunfo y el barrio bohemio de Montmartre.
El interior del Musée d’ Orsay.
En cuanto a la oferta museística de París, cabe destacar el Museo del Louvre, el Centro Pompidou y el Musée d’ Orsay El buen tiempo llama a deleitarse con actividades al aire libre, entre las que destacan organizar un picnic en los Jardines de Luxemburgo, tomarse una copa en una terraza con vistas, asistir a un festival de música o pasear en barco por el Sena. Ya te adelantamos que París no es precisamente el destino más asequible para viajar en los meses de junio, julio y agosto, ya que los precios de los alojamientos y servicios turísticos tienden a dispararse debido a una mayor afluencia de visitantes.
2. Madrid, España
De día, los veranos a la madrileña se sobrellevan de muchas formas, según el bolsillo de cada viajero. De hecho, una de las estampas más habituales (y más budget-friendly) son los picnics en el césped y los paseos en barquita en el Estanque Grande de El Retiro. Para aquellos que prefieren apostar por un plan cultural y con aire acondicionado, los sitios clave son el Museo del Prado, el Museo Reina Sofía o el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Imagen de la mítica Gran Vía
Conviene evitar las horas centrales del día si se quiere admirar el Palacio Real, la Puerta del Sol y la Plaza Mayor, puesto que las temperaturas pueden sobrepasar los 35 grados sin mucho esfuerzo. Más allá de los monumentos y edificios históricos, el encanto de la ciudad se manifiesta en barrios como el de Malasaña, La Latina o Lavapiés. Estos últimos son idóneos para degustar unas buenas tapas y escuchar música en vivo.
3. Tokio, Japón
Si hubiese que describir el verano en la metrópoli nipona con una sola imagen, sería la de unos fuegos artificiales (hanabi) , como así lo demuestra el popular Sumidagawa Fireworks Festival que se repite cada año a finales de julio en la ribera del Río Sumida. Independientemente del calor pegajoso y las lluvias, Tokio no deja de latir durante los meses estivales.
Tokio impresiona de día y de noche, todavía más.
En este periodo, la ciudad acoge los matsuri, es decir, eventos que engloban danzas tradicionales, música, comida típica y procesiones. Otro acontecimiento que merece la pena vivir en primera persona es el Fukagawa Hachiman Matsuri, una cita en la que miles de personas se reúnen para seguir el recorrido de los mikoshi (santuarios sintoístas portátiles) mientras que el público refresca a sus portadores con ayuda de cubos y mangueras. Aparte de programar visitas de rigor a la Torre de Tokio, el cruce de Shibuya, karaokes y templos como el de Sensō-ji, quizá quieras hacer coincidir las fechas de tu viaje con estas peculiares festividades.
Seis consejos para seis ciudades
- París, Francia: Es recomendable reservar con antelación las entradas skip-the-line, sobre todo en el caso de la Torre Eiffel, la Ópera de París o el Museo del Louvre. También es conveniente adquirir una tarjeta turística o city pass para ahorrar en numerosas actividades, atracciones y visitas guiadas.
- Madrid, España: Averigua los días específicos y franjas horarias en los que puedes acceder gratis a algunos de los museos más relevantes de Madrid: el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza.
- Tokio, Japón: Si no quieres protagonizar situaciones incómodas, aprende algunas normas de etiqueta social. Para ello, evita hablar por teléfono en el transporte público, no hagas ruidos fuertes, y, al ser posible, no te suenes la nariz delante de otras personas.
- Roma, Italia: Esta es una ciudad que se descubre a pie, y una forma entretenida de hacerlo es participando en un free tour en el que la aportación es voluntaria. Aparte, no merece la pena gastar un solo euro en comprar agua embotellada, ya que se puede rellenar la botella gratuitamente en cualquier fuente pública.
- Nueva York, EE. UU: Si no quieres derrochar en alimentación, aléjate de los establecimientos emplazados en Times Square. El servicio suele tener un coste elevadísimo, y la calidad no siempre está a la altura. En su lugar, busca sitios en East Village y Brooklyn, compra porciones de pizza a un dólar o haz una parada en algún deli (tiendas abiertas 24 horas)para comprar sándwiches y ensaladas a bajo coste.
- Milán, Italia: Si quieres probar el auténtico gelato, dirígete a heladerías locales y huye de los negocios que tienen expuestos helados de colores sospechosamente llamativos y apilados como montañas. Pueden lucir muy estéticos, pero su textura, composición y sabor no tienen nada que ver con los tradicionales.
4. Roma, Italia
En el siglo siglo I a.C, el poeta Albio Tibulo acuñó la expresión “città eterna”para referirse a que la grandeza y las maravillas arquitectónicas de Roma perdurarían a lo largo de los siglos. No se equivocó. Se trata de uno de los destinos turísticos predilectos, aunque es en verano cuando alcanza su punto álgido.
El Coliseo de Roma.
El calor de esta época (hasta 35 grados) y las aglomeraciones pueden resultar algo intensos, pero esto no imposibilita explorar enclaves históricos como el Foro romano, la Fontana di Trevi, el Coliseo, los yacimientos arqueológicos del Monte Palatino o el Castillo de Sant’Angelo, que ha desempeñado las funciones de mausoleo, prisión y fortaleza. Quien lo desee, puede dedicarle unas horas al Vaticano o refugiarse a la sombra en Villa Borghese, cuya vegetación convive con varias fuentes, monumentos… y hasta un museo que atesora valiosas obras de Canova, Rafael, Bernini y Caravaggio. Ya por la noche, la bajada de temperatura crea el ambiente idóneo para despedir la jornada como se merece: con buen vino y mejor comida en alguna trattoria escondida en el barrio Trastevere.
5. Milán, Italia
Apuntarse a una maratón de shopping en las tiendas del Cuadrilátero de la Moda, perderse entre las salas de la Pinacoteca de Brera, admirar los 157 metros de largo de uno de los templos católicos más grandes del mundo, recorrer el Castillo Sforzesco o tomarse un aperitivo frente a los navigli, también conocidos como canales artificiales navegables.
Milán tiene un sinfín de tiendas y comercios.
La ciudad lombarda se caracteriza por su ritmo ajetreado y su espíritu cosmopolita y sofisticado, lo que sirve como recordatorio de lo fácil que es encontrar el plan perfecto para cualquier perfil. A pesar de que la época estival suele ser sinónimo de calor húmedo y temperaturas que pueden superar los 30 grados, Milán conserva su estatus como uno de los destinos más solicitados por los viajeros para sus escapadas veraniegas. Muchos de ellos, además, optan por completar la visita con otras excursiones al Lago de Como, Bérgamo o Lago Maggiore, situados a menos de una hora en tren del centro urbano.
6. Nueva York, EE. UU.
Incombustible, vibrante y con una energía que atrapa. En Nueva York todo parece estar ocurriendo al mismo tiempo, y es que aquí no hay margen para el silencio, el tedio o la pausa. Rascacielos, luces de neón, llamativos comercios y aceras abarrotadas: en la Gran Manzana, el ocio ilimitado está siempre al alcance de la mano… sin importar qué hora sea.
Vistas desde Brooklyn.
Sus 25-35 grados de temperatura media en verano no parecen un obstáculo para pasear en bici por Central Park, coronar el Empire State, desplazarse en ferry para visitar la Estatua de la Libertad o escoger un coqueto rooftop desde el que contemplar cómo los edificios se tiñen de naranja al caer el sol. Eso sí, cabe reseñar que no es un destino que sobresalga por sus precios económicos en cuanto a alojamientos, comidas (¡no te olvides de las propinas!) y entradas a las principales atracciones.
Por suerte, la agenda de actividades se diversifica aún más en los meses de junio, julio y agosto, con planes como festivales de música, sesiones de cine al aire libre, conciertos gratuitos o mercados en los que probar la auténtica comida callejera neoyorquina.