Aunque a día de hoy Álava vive el presente y mira hacia el futuro, nunca ha olvidado su origen y la magia del pasado. Es por eso que el territorio, aún a día de hoy, conserva en buen estado joyas medievales que guardan su historia e identidad. Entre castillos, murallas y todo tipo de edificaciones, la Edad Media está más viva que nunca en tierras alavesas. 

Según recoge el medio digital ‘Eldiario.es’, este itinerario en carretera nos invita a conocer lo mejor de nuestro territorio. Así pues, vamos a embarcarnos en esta aventura, dividida en diferentes rutas que nos ayudan a descubrir el verdadero espíritu medieval de Álava.  

La Álava más medieval

Con el objetivo de conocer los tesoros medievales que dibujan el territorio alavés a lo largo y ancho de su extensión, vamos a repasar varias rutas con las que conoceremos su magia.

Laguardia: un comienzo entre murallas

El recorrido empieza en Laguardia, una localidad famosa por sus bodegas. Al acercarse, su perfil amurallado deja entrever que se trata de un lugar único.En su interior, están las calles adoquinadas y plazas que evocan la época medieval, al igual que joyas arquitectónicas como las iglesias de San Juan y Santa María de los Reyes.

Laguardia, desde la laguna de Musco. A. Bastida

Rumbo al oeste: historia y sal

En dirección oeste, Salinillas de Buradón es una parada imprescindible. Su muralla defensiva, todavía intacta con dos puertas originales, encierra construcciones como la parroquia de la Inmaculada, donde destacan sepulcros platerescos del siglo XVII

Más adelante, el Valle Salado de Añana sorprende con un paisaje único. Esta salina, con más de 7.000 años de historia, produce una de las sales más valoradas del mundo, así como todo un ejemplo de sostenibilidad y arquitectura ancestral.

La Montaña Alavesa: panorámicas y etnografía

La segunda ruta lleva a la Montaña Alavesa, con el Puerto de Herrera como punto destacado. Allí, el mirador conocido como Balcón de la Rioja regala vistas impresionantes de la Rioja Alavesa

Siguiendo el trayecto, Peñacerrada-Urizaharra revela su pasado bélico a través de robustas murallas y arquitectura del siglo XVI. Su Museo Etnográfico, un espacio al aire libre, enriquece la visita con detalles sobre las tradiciones y costumbres de la región.

Labraza y Antoñana: fortificaciones con carácter

La tercera ruta introduce al viajero a Labraza, la fortaleza más pequeña de Euskadi y ganadora del Premio Internacional de Ciudades Amuralladas en 2008. Sus torreones, almenas y calles empedradas invitan a perderse en la historia. 

Antoñana, cercana a Labraza, es conocida por cómo las viviendas se integran en su muralla, como prueba del ingenio de sus antiguos habitantes.

Vitoria: la almendra medieval

El corazón de Álava, Vitoria conserva en su casco antiguo un espíritu medieval auténtico. Aquí, las calles llevan los nombres de los oficios que las ocuparon y la arquitectura histórica se fusiona con la vida contemporánea. 

Entre sus puntos de interés está la Catedral de Santa María, cuya imponente presencia y detalles góticos han inspirado tanto a historiadores como a artistas.

Artziniega: patrimonio por doquier

La travesía culmina en Artziniega, un municipio que parece detenido en el tiempo. Declarado Conjunto Monumental Histórico Artístico en 1995, su casco medieval conserva el trazado de calles paralelas y alberga casas señoriales, palacios y escudos que narran su pasado comercial. 

Para terminar con una curiosidad, las pinturas del pórtico de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción esconden anacronismos que desafían al visitante a encontrarlos.

Panorámica de Artziniega desde Soxoguti con la iglesia de la Asunción J.M. Ochoa de Olza

Un viaje al pasado

Explorar la Álava medieval es adentrarse en una tierra de castillos, murallas y paisajes únicos. Este viaje permite descubrir la riqueza histórica del territorio, así como disfrutar de su entorno natural y la hospitalidad de sus pueblos. Cada parada revela una página del pasado, escrita con piedra, sal y tradición.

Preparativos esenciales antes de un viaje por carretera

Antes de emprender un viaje , la planificación y la preparación son clave para garantizar una experiencia segura y placentera. 

Comienza revisando el estado del vehículo: mira los niveles de aceite, líquido de frenos, anticongelante, y asegúrate de que los neumáticos tengan la presión adecuada y suficiente desgaste. Asimismo, comprueba también el estado de las luces y los frenos.

Planea tu ruta con antelación, considerando posibles paradas para descanso y lugares de interés. También lleva un kit de emergencia que incluya herramientas básicas, linterna, botiquín de primeros auxilios, agua y alimentos no perecederos.

No olvides documentos importantes como el seguro del auto, licencia de conducir y tarjeta de circulación. Asegúrate de tener suficiente combustible o identifica estaciones de servicio en tu trayecto.