Si le propusieran viajar a un destino donde la temperatura máxima promedio supera los 40 grados gran parte del año, que básicamente es una planicie desértica escasamente poblada hace tan solo un siglo y que se ubica en los puntos más calientes del planeta a nivel geopolítico y económico. ¿Se animaría? El Estado de Kuwait, como se denomina oficialmente, no es un destino para cualquier tipo de viajero, pero visitarlo nos puede ayudar a comprender el mundo actual y descubrir el mundo árabe.

Kuwait en cifras

  • Su extensión es de 17.000 kms cuadrados, la misma que suman Gipuzkoa, Araba, Bizkaia y Navarra.
  • Tiene una población de algo más de 4 millones de habitantes, la práctica totalidad en su capital y las costas aledañas.
  • El 6% de la reserva de petróleo del mundo están en su subsuelo.
  • Los hoteles de hasta 3 estrellas cuestan en torno a 100 euros la habitación doble (temporada media). El coche de alquiler desde 30 euros al día, y la gasolina 0,28 euros el litro
  • Su moneda, el dinar kuwaití, es la moneda más fuerte del mundo. Un dinar kuwaití equivale a 3 euros.

Menos publicitado que otros destinos de la región, cuenta con monumentos icónicos, skylines modernos, lujosos centros comerciales, así como playas y resorts que permiten disfrutar el verano durante nuestro invierno.

Parque parque Al Shabeed, la principal zona verde y de esparcimiento del centro de la ciudad. Igor Galo

Tras la invasión iraquí de 1990, el país, traumatizado y enfrascado en su reconstrucción, apostó por la discreción internacional frente a las grandes operaciones de marketing de sus vecinas Dubái, primero, y Abu Dabi y Qatar después. Pero lo cierto es que fue Kuwait City, la primera urbe de la región que apostó por demostrar su poderío económico a través de grandes edificios. Ya en 1977 se inauguraron las Kuwait Towers, en su momento los edificios más alto del Medio Oriente. 

Vista del centro de la ciudad desde el parque Al Shabeed. Igor Galo

Estos altos depósitos de agua decorados con discos metálicos verdes y azules continúan siendo la postal del país, y actualmente se puede subir a su mirador desde donde se disfruta de las mejores panorámicas. Diseñado por arquitectos suecos y construidos por una empresa de la Yugoslavia de Tito, Sadam Husseim intentó demolerlas sin éxito. Sus alrededores se han convertido actualmente en un paseo marítimo con restaurantes, carriles bici, y playas a las que suelen acudir las familias locales y de trabajadores extranjeros al atardecer y cuando el calor lo permite. Son también el mejor punto de partida para quien visite por primera vez la ciudad.

La larga historia de un país moderno

La región, y el actual territorio de Kuwait, fue desde tiempos inmemoriales hogar de diversas civilizaciones. Sumerios, griegos, persas, portugueses o británicos pasaron y se establecieron en la zona. En especial en la isla de Falaika aprovechando su ventajosa posición para el comercio entre Arabia y la India

Situada a 20 kilómetros de las Kuwait Towers, la ínsula se puede visitar en tours de un día. Cuenta con varios yacimientos arqueológicos. Visitar tanques abandonados y casas en ruinas por la guerra también forman parte de la experiencia junto con paseos en camellos.

Alrededor del centro de la ciudad varias playas y paseos maritimos congregan a locales y expratiados al atardecer. I.G.

Pero la historia del actual estado moderno no arrancó hasta 1961, cuando logró la independencia respecto al Reino Unido. Los kuwaitíes, sin embargo, suele fijar su nacimiento como nación hace trescientos años, en la segunda mitad del siglo XVII, cuando varios clanes de la península se instalaron en la ciudad vieja a la que llegó en 1776 la familia Al-Sabah.

Desde hace unos pocos años, los viajeros pueden conocer toda la historia del país contada por ellos mismo en el Palacio Museo Al Salam. Es el antiguo palacio del jefe de Estado, muy dañado también durante la invasión iraquí, que ha sido reconstruido y dotado con la última tecnología. 

Se ofrecen recorridos guiados en inglés que se deben reservar con antelación por la web. Pero visitarlo no es fácil al no ser Kuwait un país enfocado al viajero. Solo el 1% de su economía depende del turismo, frente a más de 12% de España, Francia o Italia o de la vecina Dubai como comparación. Y parece que tampoco sea su objetivo. Esto explica que los horarios de los principales puntos de interés sean reducidos, cambien frecuentemente y que muchos museos abran o cierren durante meses.

Al Bahhar historial village. I.G.

Al lado de Al Salam, y ubicados también sobre el paseo marítimo de la ciudad, se localizan otros puntos de interés para el visitante. Uno muy llamativo es el moderno centro cultural Sheikh Jaber Al-Ahmad, donde se encuentra la Opera y varias salas de música. Estrenado hace una década tras una inversión de más de 700 millones, combina la arquitectura de vanguardia con las formas de las construcciones tradicionales de la península arábiga.

Y no muy lejos, a veinte minutos caminando por el paseo marítimo o en cinco minutos en coche, por la paralela Gulf Road (carretera del Golfo), se puede contemplar el edificio del Museo Nacional. Inaugurado en los años 80, fue saqueado en la guerra y desde entonces está en reconstrucción. Parte de lo que se salvó, y otra pequeña parte de lo que se recuperó de la colección Al-Sabah, se puede ver en el cercano Dar Museum, de acceso gratuito.

Consejos

  • Es necesario visado para entrar en el país. Se puede sacar online o en el mismo aeropuerto por 3 dinares (10 euros)
  • Se pueden comprar tarjetas de telefonía móvil locales por 5 dinares (15 euros) en el aeropuerto
  • La temporada con mejor climatología en el país es la comprendida entre octubre y mayo (temperaturas entre 20 y 35 grados). 
  • El inglés es ampliamente hablado.
  • Es recomendable contratar un seguro médico.
  • El alcohol está absolutamente prohibido. No se puede consumir ni introducir. Si se viaja con medicamentos sensibles (insulina, tranquilizantes) es obligatorio llevar las recetas.
  • Kuwait no tiene agua potable, siendo toda producida por plantas desalinizadoras.

Vivir Kuwait

La vida de los nacionales, y de los muchos expatriados principalmente de otros países musulmanes, transcurre habitualmente entre los zocos y las mezquitas. Para sumergirse en su cotidianeidad nada mejor que perderse por las callejuelas del zoco histórico de Al-Mubayakita, donde se puede encontrar desde juguetes de plástico, especias y humildes sandalias hasta ostentosas joyas de oro y perlas

Una de las calles principales del historico de Al Mubayakita. I.G.

La actividad suele comenzar hacia el atardecer y el regateo no es una opción, es una obligación en esta tierra de comerciantes. También es una buena zona para comer o cenar en algunos de los restaurantes árabes e indios de comida casera. 

En la zona del zoco, no solo se intercambian productos, también acciones. El edificio de la Bolsa de Valores, que llegó a ser una de las más importantes del mundo en los años 80, se encuentra muy cerca. Y si uno es educado, suele ser posible entrar a primera hora de la mañana sin problema para ver como funciona. Cosas que ocurren en un país poco acostumbrado a recibir turistas.

El circuito por el centro de Kuwait se completa con la obligatoria visita a la Gran Mezquita, la única abierta a no musulmanes fuera de las horas de rezo, y que se puede contemplar de forma individual o en visitas guiadas. 

Las heridas de la guerra

La ciudad-estado vive en la dicotomía entre superar el trauma de la invasión sin olvidar la historia. En algunos edificios viejos del centro de la ciudad aún se pueden ver murales agradeciendo la acción de los aliados que liberaron al país, aunque al mismo tiempo se busca ir enterrando el episodio y algunos espacios expositivos dedicado al conflicto al cerrado en los últimos años.

Dos lugares aún lo recuerdan. Uno es el Al-Qurain Martyrs Museum, en el barrio Al-Qurain. Un poco alejada del centro de la ciudad, la casa-monumento recuerda a un grupo de jóvenes que se opusieron al ejército iraquí y que ha sido reconstruida para conservar la memoria histórica. Acercarse merece la pena, no solo para conocer esta historia, sino para conocer como son los barrios de la clase media del país.

El otro es el Memorial Museum, que rememora tanto la última invasión que sufrió Kuwait como las batallas más importantes de sus tres siglos de historia como nación. Pequeño y muy tecnológico, se encuentra en el parque Al-Shabeed. Un moderno y cuidado jardín con restaurantes, cafés, fuentes y lagos ubicado frente al centro de la ciudad desde donde se pueden contemplar los altos edificios del Kuwait más moderno. Una especie de Central Park local que suele ser frecuentado por los lugareños al atardecer. En el mismo también se encuentra el Museo del Hábitat.

Otros lugares de interés para el viajero están algo más alejados del centro de la ciudad. El coche de alquiler es el medio de transporte más recomendado para los forasteros, incluso se podría decir que obligatorio dada la estructura urbana y la climatología. El bajo precio de la gasolina, de 26 céntimos por litro y de los alquileres, son también un incentivo.

Entre ellos, el Museo Tareq Rajab y el Museo de la Caligrafía Islámica, sobre el arte y la cultura regional; Kuwait Oil Company, que explica la historia del petróleo, desde su formación geológica hasta sus formas producción y exportación en el museo interactivo KOC Oil and Gas Exhibition Center; y The Avenues, el mayor centro comercial de la región con sus 360.000 metros cuadrados.